La crisis en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se ha empantanado a más de una semana del inicio del paro estudiantil. Este miércoles nuevamente una comisión universitaria intentó dialogar con los jóvenes movilizados, sin éxito, por la cerrazón de los estudiantes.

Durante el breve encuentro, los paristas aseguraron que presentarían un pliego petitorio formal, sin embargo, no contaban con un documento elaborado y solicitaron ayuda para su redacción, relataron fuentes estudiantiles.

Además, en un acto que generó controversia, impidieron el acceso a reporteros, lo que puso en duda su verdadera intención de establecer un diálogo abierto.

En tanto, la rectora Lilia Cedillo ha reiterado la disposición de la BUAP para atender las demandas estudiantiles y ha llamado a los alumnos a establecer mesas de trabajo.

“Estamos abiertos a escuchar y resolver cada una de las inquietudes planteadas por nuestra comunidad universitaria”, afirmó Cedillo en un comunicado oficial.

Mientras tanto, miles de alumnos que no participan en la protesta han manifestado su preocupación por la interrupción de sus actividades académicas, especialmente aquellos que cursan semestres avanzados y requieren cumplir con prácticas profesionales.

El paro en la BUAP comenzó el pasado 24 de febrero en la Facultad de Medicina, donde los estudiantes denunciaron la reducción de plazas para internado y la falta de transparencia en la asignación de espacios en hospitales.

Como respuesta, la administración de la BUAP se comprometió a revisar las plazas y abrir un espacio de diálogo con los estudiantes, lo que llevó al levantamiento del paro en la Facultad de Medicina el 28 de febrero.

En cuanto a la Facultad de Contaduría Pública, el paro comenzó por demandas relacionadas con la falta de infraestructura adecuada en las aulas y la solicitud de mayores recursos para la actualización de programas académicos.

Después de varias jornadas de protesta, el 4 de marzo los estudiantes de Contaduría decidieron suspender su paro tras la entrega de un pliego petitorio formal a las autoridades.

La BUAP se comprometió a organizar mesas de trabajo con los representantes estudiantiles, con el objetivo de abordar cada una de las demandas planteadas, lo que llevó al regreso de los estudiantes a sus aulas.

El regreso a las aulas en Medicina y Contaduría representa un avance en las negociaciones, aunque otros planteles continúan con sus protestas, sin llegar a un acuerdo con las autoridades, lo que mantiene la tensión al interior de la universidad.

Mientras tanto, las autoridades insisten en el diálogo, pero el movimiento estudiantil parece mantenerse firme en sus exigencias hasta recibir respuestas concretas.