Al advertir que las y los desaparecidos han pasado a ser una "estadística fraudulenta, arropadas por discursos demagógicos, que no cubren la herida y la pena viva de nuestra sociedad", el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis poblana, Francisco Javier Martínez Castillo, realizó oraciones especiales por las víctimas de violencia en Teuchitlán, Jalisco; Reynosa, Tamaulipas y por todas las personas muertas por la violencia que prevalece en México.
Subrayó que cada persona desaparecida tienen un rostro y una historia con Dios, y una familia que lo espera con amor, con un amor que no se resigna a los discursos demagógicos.
Bajo ese panorama violento pidió alejarse de la llanura a donde reinan los criterios humanos, acompañados de la masificación en donde no existan rostros de personas con historias de salvación, sino únicamente números y resultados; a donde el relativismo priva a las personas de disfrutar de la auténtica y única bondad de la paz de Dios.
"Alejarse de esa llanura donde no hay voluntades, sino títeres, donde el pensar distinto es una amenaza solamente cuando se hace el esfuerzo de alejarse de esa llanura con todos los retos y consecuencias que eso significa para subir al monte y llegar al encuentro con Dios".
Recordó que esta violencia desatada que se vive en los 32 estados de México, se mostró en el rancho Izaguirre de Teuchitlán, y conmocionó al mundo por ser un campo de exterminio.
Priorizó que la libertad al ser suplantada por el libertinaje y el dinero, corrompen profundamente a la mayoría de las personas, a las que no ya no les importa el prójimo.
Dijo que estos hechos violentos, se mostraron también en Reynosa, Tamaulipas en donde las madres buscadoras encontraron otro campo de exterminio.
"El dinero se ha convertido en el centro de la vida, de la mente y del corazón de las personas donde la libertad ha sido suplantada por el libertinaje, corrompiendo profundamente y no importa el dolor de quienes buscan a sus seres queridos desaparecidos, es solamente una estadística fraudulenta que no cubre la herida y una pena viva de nuestra sociedad".