La Embajada de España en México entregó anoche al escritor mexicano Sergio Pitol (1933) la distinción de la Condecoración de Isabel la Católica, en grado de Encomienda, por su trascendencia y aportes en el ámbito cultural e intelectual del país.

En el acto celebrado en la Residencia de esa sede diplomática, en las Lomas de Chapultepec, el embajador de España en México, Manuel Alabart Fernández-Cavada, condecoró además a cuatro mexicanos más: José María Muría Rouret, Jesús Alejandro Cravioto Lebrija, María Elisa García Barragán y José Ignacio Madrazo

El primero es investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el segundo secretario de Cultura de Jalisco, la tercera especialista del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el último diplomático.

Ante el escritor Juan Villoro y el reconocido historiador Miguel León-Portilla, entre otros invitados especiales, a nombre del rey Juan Carlos de España, Fernández-Cavada se refirió a los galardonados como personajes que no solo se han destacado en sus actividades.

Sino que también han trabajado con eficacia y dedicación para el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre España y México, para el progreso de ambas naciones, subrayó.

“Son personas que le han dedicado a esta labor no uno sino varios años de vida; vidas que han atravesado varias vicisitudes”, expreso el diplomático al tiempo que expreso sentirse feliz de honrar a cinco personas que han demostrado un gran amor a España desde su profundo amor a México.

Fernández-Cavada calificó al grupo de intelectuales mexicanos de “tremenda humanidad” y “como diría don Antonio Machado: son los cinco el mejor sentido de la palabra ‘buenos’, personas que han dedicado su vida a reforzar los lazos culturales que nos unen a los hispanos.

“Su majestad el rey y el gobierno español, reconocen cinco trayectorias destacadas, como lo atestiguan sus brillantes hojas académicas”, que lo mismo honrar a España y a México.

“Todos son ejemplos para sus parientes, sus amigos y nuestras respectivas sociedades civiles”, expresó y enseguida leyó la semblanza de cada uno homenajeados y el porqué recibieron dicha distinción.

De Sergio Pitol, Alabert Fernández-Cavada lo destacó como un fantástico escritor, que ha paseado “nuestra lengua común en la imaginación de miles de lectores del mundo hispánico y anglosajón”, y que además ha obtenido varios galardones, entre ellos el Premio Cervantes de Literatura 2005.

De María Elisa García Barragán, dijo que ha hecho una gran distinción entre cambio de ideas y fomento del estudio de la cultura española.

De Jesús Alejandro Cravioto Lebrija, indicó que sus actividades para estudiar las consecuencias del descubrimiento de América se han centrado en la organización de cinco congresos Iberoamericanos, así como encuentros de teatro, novela y poesía que han consolidado la cultura hispánica en ambos países.

Sobre José Ignacio Madrazo, el diplomático afirmó que su actividad ha sido esencial para transformar lo que es hoy una relación estratégica entre ambas naciones, asentada no solo en una comisión binacional anual sino en multitud de encuentros de todo tipo y niveles.

Por lo que hace a José María Muría Rouret, la calificó como “el alma de la historia de Jalisco y el máximo promotor y exponente de la llamada historia regional’.

Tras la ceremonia, cada uno de los intelectuales mexicanos expresó su beneplácito y agradeció por dicha distinción.

La Orden de Isabel la Católica tiene por objeto premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas o extranjeras.

Estos actos deben redundar en beneficio de la nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de España con el resto de la comunidad internacional.