Directores de museos y expertos en arte coincidieron en que los museos y galerías de la capital británica deben continuar siendo gratuitos, a pesar de una creciente presión para que se cobre una admisión general.
El director de la Federación de Industrias Creativas de Gran Bretaña, John Kampfner, afirmó que de acuerdo con estudios recientes “son más grandes los beneficios de que los museos sean gratuitos para el público que las ventajas de cobrar una admisión”.
Durante la Cumbre de Museos que se realizó en la Galería Nacional de esta ciudad, el exsecretario de Cultura, Lord Smith, quien introdujo en 2002 la medida para que los museos no cobren señaló que estos centros de arte dicen mucho de quiénes somos y “no debería haber una barrera económica que haga difícil al ciudadano entrar y disfrutar la muy importante herencia” cultural.
Otra defensora de que la entrada a los museos y galerías sean gratis es la consejera de la organización Art Fund, Liz Forgan, quien consideró que el visitante puede admirar a la vez “dos objetos de arte” en cada visita, en lugar de ver todo en un sólo día.
En su oportunidad, el presidente de la organización que recauda fondos en favor del arte Art Fund, David Verey, hizo un llamado a los museos para incrementar su colección de arte que está resguardada en “sótanos y almacenes” en todo el Reino Unido, y tener presente al contribuyente que “sin darse cuenta está pagando por los museos”.
Uno de los asistentes al evento enfatizó que cada contribuyente en Reino Unido paga 18 libras al año (30 dólares) para mantener la entrada gratuita y “ningún museo es gratis, se nos cobra un impuesto y todos estamos subsidiándolos”, aclaró.
Se estima que los museos y galerías que reciben financiamiento del gobierno, como el Museo de Historia Natural, el Museo Británico y la Tate Modern, entre otros, cuestan al erario anualmente 350 millones de libras (equivalentes a 600 millones de dólares).