En verano de 1715 comenzó a dolerle una pierna. Su salud se deterioró con rapidez y el avance de la gangrena se consumó en 15 días. A pocas horas del adiós definitivo no dejó de ser rey: con aire oficial se despidió en su lecho de muerte de familiares, sirvientes y seres queridos.
Luis XIV (1638-1715), el soberano más importante de Francia y uno de los más emblemáticos de la historia de Europa, moría con 77 años tras haber reinado durante 72.
Arquetipo del absolutismo, benefactor de intelectuales y artistas y creador del Palacio de Versalles, impulsó a Francia como superpotencia, la convirtió en un influyente imperio con exitosas campañas militares y la encumbró como un referente cultural que el resto de las cortes Europeas admiraría hasta la devoción.
Recién cumplidos los 300 años de la muerte de Luis XIV, las instituciones públicas del Palacio de Versalles presentan del 27 de octubre al 21 de febrero Le roi est mort (El rey está muerto), la primera exposición que se adentra en exclusiva en los detalles del fallecimiento, la autopsia y el funeral del Rey Sol.
"Un grandioso teatro de la muerte"
Los organizadores han recubierto de solemnidad y lujo las piezas exhibidas, valiéndose de "grandes efectos de escenografía" con el fin de convertirlas en un "espectáculo barroco".
El escenógrafo Pier-Luigi Pizzi envuelve al visitante en "un grandioso teatro de la muerte", inunda de un sentido fúnebre y operístico las nueve secciones de un recorrido con obras de arte, documentos históricos, estatuas y efigies, lápidas, el manuscrito de la autopsia, emblemas, medallas, adornos, muebles y liturgia funeraria.
Destacan piezas como el testamento, la única representación pictórica de la procesión del funeral descendiendo hacia la Basílica de Saint-Denis —donde se le enterró tal y como se hizo con otros reyes franceses—, un retrato de cera del monarca siete años antes de morir, pinturas y esculturas alegóricas del esplendor del reinado en contraste con grabados satíricos.
Entre las reliquias, la placa arrancada de la tumba en 1793 (tras la Revolución Francesa). Es conocida la existencia de fragmentos del corazón conservados en un cofre en Saint-Denis. Béatrix Saule, directora y comisaria jefa del Museo Nacional del Palacio de Versalles, matiza que "hubiera sido inapropiado mostrarla" en la exposición.
Tapices en Los Ángeles
La organización subraya el rigor científico de una muestra que equilibra lo teatral y lo exacto. Un equipo internacional de investigación, representantes de un amplio abanico de disciplinas —entre ellos historiadores medievales y contemporáneos, jueces de instrucción y especialistas en liturgia— ha invertido tres años en el Centro de Investigación del Palacio de Versalles resolviendo incógnitas y lagunas acerca de la recta final de la vida del monarca y las ceremonias posteriores.
La conmemoración del tercer centenario del absolutista por excelencia supera las fronteras de Francia. En Estados Unidos, el Getty Museum de Los Ángeles programa para diciembre Woven Gold: Tapestries of Louis XIV (Oro tejido: tapices de Luis XIV), que hasta el 1 de mayo mostrará 15 tapices monumentales creados entre 1540 y 1715, piezas que en vida del soberano francés eran la máxima expresión del prestigio social, el poder, el buen gusto y la riqueza.