El pancracio poblano de nueva cuenta se llenó al recibir cientos de parroquianos locales y extranjeros que vivieron un gran cañonazo de emoción luchística en la Arena Puebla.

Para darle sabor a la noche, en la función estelar, Atlantis, Último Guerrero y Averno conformaron la tercia de rufianes que fueron descalificados en el momento decisivo de la batalla, cuando el “ídolo de los niños rudos” Atlantis, fauleó al “Centinela del espacio” La Sombra.

Los técnicos, Rush, Tigre Rojo Jr. y Sombra se apoderaron rápidamente de la primera caída gracias a su coordinado relevo australiano; sin embargo, la mejor parte de la función fue estelarizada por Atlantis y Sombra, ya que al llegarles su turno, el “ídolo de los niños” evitaba de manera constante a su enemigo y cuando el técnico bajaba la guardia atacaba por la espalda.

Más adelante, los rufianes lograron hacerse del segundo asalto cuando por las artimañas del “engendro del inframundo” los rufianes tomaron la delantera con una serie de castigos como la “guerrera” del último de su estirpe contra “el felino colorado”, así como palancas al brazo de Averno contra el “sexy ídolo femenino”.

Sombra, al encontrarse acorralado por sus enemigos fue apañado por Atlantis quien con verdadera saña arremetió azotándolo contra la lona e intentó arrebatarle la capucha a su joven rival.

Al inicio del tercer tanto los científicos continuaron recibiendo candela de los rufianes, sin oportunidad de defenderse, hasta cuando el “crío del Tigre” se escabulló en la esquina del poste, seguido después de una entrada heroica de Rush, que desubicó a los oponentes, y con doble vuelo de Tigre Rojo y del sexy ídolo dejaron el desenlace para Atlantis y La Sombra.

El centinela desquitó la humillación del experimentado guerrero, sin embargo Atlantis en su desesperación por defenderse conectó fuerte patada prohibida en la virilidad de su rival y fue descalificado por El Tirantes. Este resultado a Atlantis no le importó, ya que comenzó a patearlo en el suelo y arrebató la máscara a la Sombra, para llevársela a su casa como uno más de sus trofeos.

Terribles acaban con los científicos

Los rudos Terrible, Texano Jr., y el “corsario del amor” Rey Bucanero saborearon las mieles del triunfo, tras sobresalir en el último episodio ante Máscara Dorada, Máximo y La Máscara.

En el instante decisivo, el trío de los terribles evadiendo el vuelo de los científicos aprovecharon su caída para someterlos, y como pirámide humana para desfile del 5 de mayo obtuvieron las tres palmadas en la lona para llevarse la preestelar.

Al comenzar la contienda aplicaron llaveos para calentar, la Sombra y Texano fueron el ejemplo, sin embargo Rey Bucanero invadió el ring, seguido de Terrible, para iniciar la masacre.

Para los técnicos la mala suerte duró poco cuando Máximo, a punto de ser castigado con golpes de antebrazo, esquivó el ataque y sacó del ring a Rey Bucanero y Texano, seguido de Máscara Dorada que le hizo el honor a Terrible.

Máximo plantó tronado beso al “corsario del amor”, mientras La Máscara y el “campeón tapatío” aplicaron doble llave para empatar.

Para el tercer episodio, los técnicos continuaron dominando la batalla despachando de uno a uno a sus rivales, pero en el instante decisivo los rufianes fueron más listos y obtuvieron una oportunidad para ganar cuando los científicos bajaron la guardia, para dejarlos con espaldas planas y llevarse la pre estelar.

Otras luchas

Las guerreras del CMLL hicieron su aparición en los encordados poblanos para impresionar a los caballeros con una cátedra de lucha y belleza.

Por el bando técnico Dark Angel, Lluvia y Goya Kong enfrentaron a las chicas de la esquina contraria: Princesa Blanca, Princesa Sugei y La Comandante.

Las rufianes no mostraron compasión alguna ante sus rivales y se llevaron la primera y tercera caída de la tercera función de la Arena Puebla.

El público masculino, como buenos caballeros desearon echar una manita a los lastimados cuerpos de las científicas que se quedaron con las ganas del triunfo.