Los clubes de la Primera División italiana han rechazado firmar la renovación del convenio colectivo de los futbolistas, con lo que cada vez se hace más concreto el riesgo de que el inicio de la liga italiana, previsto para el 27 y el 28 de agosto, se vea aplazado por una huelga de los futbolistas.
A principios de agosto los futbolistas de la Serie A amenazaron con ir a la huelga si los clubes no ratificaban el acuerdo para renovar su régimen contractual.
Los representantes de los clubes se han reunido en Roma y rechazaron por 18 votos a 2 el acuerdo sobre el convenio, explicó el presidente de la Liga italiana, Maurizio Beretta, en declaraciones recogidas por los medios de comunicación locales.
Puntos de discordia
Beretta explicó que el texto firmado por la Asociación de Futbolistas Italianos (AIC) no puede ser ratificado por los clubes si no se contemplan sus exigencias respecto al pago del llamado "impuesto de solidaridad" por parte de los jugadores y a la absoluta autonomía por parte del equipo técnico a la hora de decidir cómo se desarrollan los entrenamientos de la plantilla.
En un principio, el principal punto de desencuentro entre jugadores y entidades fue precisamente el artículo 7 del convenio, por el que la Liga Serie A establecía la posibilidad de que las directivas de los clubes decidieran unilateralmente que un jugador se entrenase por separado del resto de la plantilla.
Una medida que se topó con la oposición de la AIC, que consideraba que podría llevar a "discriminaciones".
En los últimos días, a ese punto de confrontación se sumó la introducción del "impuesto de solidaridad", incluido en el último plan de ajuste presupuestario aprobado por el Gobierno de Silvio Berlusconi, que prevé gravar con un 5 por ciento adicional las rentas anuales que superen los 90.000 euros y con un 10 por ciento las que excedan los 150.000 euros.
Los representantes de los clubes habían pedido que la AIC suscribiese de forma escrita un acuerdo por el que se establecía que cualquier tipo de gravamen extraordinario será asumido por los jugadores y no por la entidad, explicó La Gazzetta dello Sport.
A la espera de que la AIC se pronuncie, Beretta acudirá ante el Consejo de la Federación de Fubol Italiana (FIGC) para exponer la postura adoptada por los clubes durante la reunión.
Tercera amenaza de huelga
El conflicto entre jugadores y directivas de los clubes, representadas bajo la Liga Serie A, se remonta al verano del año pasado, cuando el anterior presidente de la Asociación de Futbolistas Italianos (AIC), Sergio Campana, advirtió de que la validez del convenio colectivo había expirado.
Después llegaron las negociaciones durante varios meses que hicieron que los futbolistas convocaran dos huelgas, una para finales de septiembre de 2010 y otra a principios de diciembre del mismo año, que nunca llegaron a mantenerse ante las promesas de los clubes de alcanzar un acuerdo.