Apenas subió al podio y sobre su rostro comenzaron a rodar lágrimas de felicidad, pues Lorenza Morfín no pudo contener el llanto tras saberse la primera medallista para la delegación mexicana en su país, tal y como lo hizo en Río de Janeiro 2007.
Tras completar los 24.8 kilómetros de recorrido en el ciclismo de montaña de los Juegos Panamericanos 2011, la morelense comenzó a sentir una inmensa alegría y dijo que “es un orgullo ser la primera medallista y espero que mis compañeros den su máximo esfuerzo para estar en el podio”.
Desde el inicio de la prueba la competidora se puso el reto de estar en el medallero, supo que era complicado porque sus rivales estaban fuertes, pero la ventaja de estar en casa y conocer la pista fueron determinantes para mejorar lo hecho hace cuatro años.
“Es un honor, un orgullo, uno no escoge los deportes con los cuales se debe iniciar la competencia en unos Panamericanos, por eso les digo a mis compañeros que no se presionen y que salgan hacer lo que saben”, expuso.
Aún con lodo en las piernas, las cuales sólo limpio con una sudadera para subir al podio a recibir la medalla de manos del presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Felipe Muñoz, la ciclista no ocultó su satisfacción y apuntó que en el último esfuerzo se acordó de sacar el “fua”.
Morfín destacó que el apoyo del público que abarrotó las calles de este municipio y el conocer la pista le dieron la confianza de pensar que estaba en México y que a esa gente no debía defraudarla.
Al término de la competición, el director de la Conade, Bernardo de la Garza, charló por teléfono con la mexicana y la felicitó por dar a México la primera medalla en la justa regional.