El temblor que azotó a México cuando apenas se jugaba el minuto '5 pareciera que fue una cortina de humo para que el pueblo mexicano dejara de sintonizar el partido en el Omnilife puesto que la primera parte que brindaron las Chivas y Vélez Sarsfield fue infumable.
Las Chivas estuvieron más cerca de abrir el marcador en el primer tiempo. Jugadas por las bandas al igual que tiros de larga distancia fueron las variantes de las que el técnico Ambriz echo mano aunque nunca fructificaron.
El segundo tiempo llegó con varios cambios tácticos por parte del combinado mexicano. "Triangular, pasar, triangular, pasar", fueron las manifestaciones que el Rebaño Sagrado llevó a cabo en el rectángulo verde.
Las Chivas tuvieron muchas oportunidades para sumar los tan ansiados tres puntos que les urgía para seguir con vida en el certamen aunque no las aprovecharon. Al minuto '54 generaron la jugada más clara cuando en una serie de paredes, Marco Fabián ingresó al área pero definió erróneamente.
La tan afamada frase "Dios es argentino" fue verídica en este partido y es que Vélez solamente necesitó de una pizca de lucidez y suerte para fabricar la jugada que abrió el marcador. El Negro Fernández fue la última conexión de la brillante jugada que terminó en las redes al minuto '70.
Aunque Chivas se lanzó con todos sus hombres hacia el frente, no les fue suficiente para tan siquiera rescatar un punto en su casa.
Incluso, esta táctica exhibió la lentitud de la zaga azteca ya que al minuto '89 les anotaron el segundo. Lucas Pratto entró como un bólido por la pradera derecha mientras los defensores visualizaron el gol que los sentenció.
Con este resultado, el Rebaño Sagrado queda prácticamente eliminado de la Copa Libertadores mientras que Vélez Sarsfield se mantiene como líder del grupo 7.