Algunos saben de la admiración que Josep Guardiola profesa como director técnico acerca de sus colegas, como Johan Cruyff, pero pocos conocen la influencia que el catalán confiesa por uno de los grandes conocidos de nuestro balompié, el argentino Ricardo Antonio La Volpe. La espectacular forma de juego del Barcelona en los últimos tiempos se debe, sin lugar a dudas, a Guardiola, quien supo cómo lograr que sus jugadores practicaran un futbol único, pero también a los conocimientos que aprendió del ahora entrenador del Atlante.
La ‘responsabilidad’ que La Volpe tendría en el éxito reciente del cuadro blaugrana se vio reflejada durante el blog que Pep tenía en el diario español El País, en donde compartió su admiración por el estilo del ‘Bigotón’.
“Ricardo La Volpe ha escogido que su defensa salga jugando. No que empiece jugando, que es otra cosa. Para él, empezar jugando es pasarse la pelota entre los defensas, sin mucha intención, para pasar la pelota algunas veces y lanzarla, la mayoría de las veces. Pero él obliga a otra cosa, a salir jugando para que jugadores y pelota avancen juntos al mismo tiempo. Si lo hace uno solo no vale, han de hacerlo juntos, como lo hacen los novios cuando salen juntos”, fueron las palabras de Guardiola el martes 13 de junio del 2006, después que México se vio las caras con Irán en la Copa del Mundo de Alemania, fecha en la que dio a conocer su apoyo al estilo de Ricardo Antonio.
“En el partido frente a Irán, Rafael Márquez, Ricardo Osorio y Carlos Salcido, ejercieron de alumnos aventajados. Los tres son maravillosos generando juego. Me viene a la memoria que un día, escuchando a Johan Cruyff, contaba que los jugadores más importantes para que un equipo juegue bien con la pelota en su poder, son sus defensores. Si sales bien, puedes llegar a jugar bien; si no lo haces, no hay opción”, insistió.
Josep Guardiola reconfirmó su admiración por el estilo de juego de Ricardo Antonio La Volpe recordando la forma de entrenamiento del sudamericano para lograr que su equipo, la Selección Mexicana en esa oportunidad, jugara un futbol brillante.
“Me contaron cuando estuve en México que La Volpe obliga en los entrenamientos, durante 30 minutos, a que sus defensores avancen, ellos y la pelota, una y otra vez. Al más mínimo error en un pase vuelve a empezar. Para, corrige, grita y vuelta a empezar. Una y otra vez. Cientos de veces hasta que sus defensores hagan de novios”, explicó Pep en aquella oportunidad.