Jeffrey Webb, elegido hoy presidente de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Asociaciones de Fútbol (Concacaf) se comprometió hoy a "lavar la cara" a esta institución, tras los escándalos de corrupción que obligaron a dimitir a su anterior presidente.

"Debemos despejar las nubes oscuras", añadió Webb, un banquero del paraíso fiscal de Islas Caimán, durante el discurso tras su elección hoy durante el congreso que ha celebrado la Concacaf en Budapest.

El nuevo presidente anunció que hay que abordar "un lavado de cara profundo" y que ha llegado el momento de aplicar reformas y transformaciones dentro de la institución gestora del fútbol profesional en la región.

La Concacaf se vio envuelta en un escándalo por la suspensión por parte de la FIFA de su anterior presidente, Jack Warner, por haber filtrado un correo en el que secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, sugería que Catar "compró" la organización del Mundial de 2022.

Posteriormente, Warner se vio obligado a dimitir al ser acusado de prácticas corruptas.

En relación con los escándalos, Webb, que fue el único candidato al cargo, explicó que en los últimos meses en la Concacaf no se ha hablado del fútbol sino sólo de "abogados, de las compensaciones, de activos".

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