Cada minuto que transcurre la situación del Málaga se vuelve más angustiosa. La postura inmovilista del jeque sigue firme y el pánico ha cundido tanto en la plantilla como en las personas que llevaban los hilos del club hasta hoy. La tensión ha subido de nivel y ya se puede hablar de desgobierno absoluto en el seno del club andaluz. El director deportivo, Antonio Fernández, fue despedido por los dueños y un sector de los aficionados le señalan como uno de los principales culpables de la actual situación, hasta el punto de que su integridad física estuvo en riesgo. Fue zarandeado su vehículo, con él dentro, y posteriormente decorado con pintadas ofensivas y maleducadas.
Ya nadie está a salvo dentro del club. Ni la plantilla. Ante la falta de liquidez los jugadores han movido ficha con vistas al futuro más inmediato. No han cobrado entre el 30 y 40 por ciento de las primas que se les adeuda de la temporada anterior y el pagaré que debían ejecutar el 1 de agosto ha sido pospuesto para una fecha posterior. Con este panorama se agudiza la crisis.
El jeque hizo saber que solo había dos soluciones: una venta en bloque a un inversor o desprenderse de los activos para saldar los pagos inmediatos, cifra que asciende a entre 25 y 30 millones de euros. De momento no hay un comprador a la vista y se ha puesto en marcha el segundo paso. Con la venta de dos o tres jugadores de los denominados estrellas se arreglarían los problemas a corto plazo.
El primero en dar el paso ha sido el internacional Santi Cazorla. Fue uno de los que puso y después quitó la denuncia y ahora se encuentra en Londres para cerrar su fichaje por el Arsenal. Toulalan ha sido otro de los que se ha movido. El francés se presentó en las oficinas del club pidiendo el traspaso si no le garantizaban su dinero. Otro que puede salir próximamente es Manuel Pellegrini, que según Marca el club pretende negociar su salida debido a su alta ficha. Ante la cantidad de noticias a primera hora de la tarde emitió un breve y ambiguo comunicado en el que anuncia que ha puesto en marcha un proceso de reestructuración interno para adaptarse a los estándares “del Fair Play financiero”, con la intención de garantizar la autosuficiencia y sostenibilidad del conjunto andaluz.
A todo esto en los próximos días se juega su pase a la fase de grupos de la Champions League. Si lo consigue se garantiza entre 7 y 8 millones más unos 600.000 euros por punto.