Previo a su participación en la justa veraniega, Baranova se sometió en Bielorrusia el pasado 24 de julio a un examen antidoping a petición del Comité Olímpico Internacional, esto como parte del programa de rutina.
Enrico Carpani, portavoz del organismo regulador de ciclismo, reveló este viernes que la prueba de la atleta arrojó testosterona y que por ello ya había abandonado la Villa Olímpica, “admitió su culpabilidad, no tuvimos problema con eso. Y abandonó los Juegos hace un par de días”, informó.
En declaraciones que publica la agencia rusa RIA-Nóvosti, Baranova confesó: “En la farmacia compré un fármaco que contenía testosterona. Como sabía que está prohibido, no le dije nada al entrenador. Me tomé una pastilla y esa misma tarde vinieron los funcionarios de dopaje a hacernos análisis”.
Y explicó: “Justo antes de viajar a los Juegos me hicieron una prueba de dopaje y salió limpia. No volví a tomar esa medicina y no tenía intención de hacerlo en el futuro. Pensaba que había tenido suerte y no pasaría nada. Pero en Londres recibí la noticia de que la prueba tomada en Bielorrusia era positiva. Siento mucho lo que ha pasado”.
Baranova, que llegó a Londres luego de conquistar la medalla de bronce en la prueba de velocidad del Campeonato Europeo, podría recibir una sanción de dos años.