El español reconoció que su rodilla le hace evaluar constantemente su futuro. El tenista manifestó que hasta que tuvo que parar, 2012 había sido uno de sus mejores años.

El último partido que disputó el mallorquín fue en Wimbledon, cuando lo eliminó el checo Lukas Rosol, en la segunda ronda del abierto inglés.

Desde el 28 de junio, fecha de su caída en el césped británico, pasaron 81 días. De a poco, el número cuatro del mundo fue retirándose de los torneos que pensaba presenciar. Entre ellos, los Juegos Olímpicos, el US Open 2012 y la semifinal de la Copa Davis, en la que su país venció a EEUU.
 
"No sé cuánto tiempo seguiré jugando al tenis. Dentro de 5 años tendré 31 y teniendo en cuenta que empecé a los 16.... Quizá parar ahora me sirva para alargar mi carrera un poquito más. Hasta que volvió a darme problemas la rodilla, al final de Roland Garros, había sido una de las mejores temporadas de mi vida. Me sentía capaz de ganar cualquier competición. Luego han venido momentos complicados", comentó en una entrevista a la revista Vanity Fair.
 
Rafael Nadal habló de los años que perdió contra Roger Federer en Wimbledon (2006 y 2007) y de lo que supuso sólo un año después ganarle y convertirse en el número uno del mundo, tras conseguir en Pekín el oro olímpico.
 
"En 2006 estaba muy contento de haber llegado a la final, ni siquiera la encaré con la sensación de que podía ganarla. Perder en 2007 sí resultó muy duro. Había jugado muy bien durante todo el partido y en el cuarto set, cuando iba ganando, sentí un pinchazo en la rodilla y me desconcentré. Y el quinto set lo jugué muy mal. Cuando pierdes no sabes si es tu última oportunidad de ganar un Wimbledon, estaba muy afectado", expresó.
 
"Ganar ayuda mentalmente en los meses siguientes, sientes que has pasado una barrera que podrás volver a saltar. Llegas a tu dormitorio, ves el trofeo y estás orgulloso de haberlo conseguido. Pero ni mucho menos es algo permanente", manifestó.

“El éxito no es la victoria, sino todo lo que has peleado por ganar. La certeza de que has hecho todo lo que estaba en tu mano para conseguir lo que querías. Y esa sensación a mí me hace muy feliz. Este año perdí la final de Australia y no me gustó, pero de alguna manera estaba contento. Fue un éxito haber perdido así", concluyó.