El diestro tlaxcalteca Angelino de Arriaga se alzó hoy como máximo triunfador de la décima corrida de la Temporada Grande 2012-13 en la Monumental Plaza México, al indultar a un bravo toro de regalo de la dehesa de Jorge María.

Angelino de Arriaga alternó con el diestro capitalino Alfredo Gutiérrez, quien cortó una merecida oreja y con el español Eduardo Gallo, quien logró la faena más completa de la tarde, la cual malogró por fallas con la espada.

Se lidiaron seis ejemplares de la dehesa de Carranco; todos de una regular presencia, sosos, deslucidos y de escaso juego, lo que echó a perder la tarde. Hubo un séptimo astado que fue de regalo del hierro de Jorge María, que resultó bravo y con gran transmisión, por lo que fue indultado.

Angelino de Arriaga se topó con “Gondolero”, de 497 kilos, con el cual nada pudo hacer luego que el animal resultó una pared, sin recorrido ni emotividad, de ahí que abrevió para irse en silencio. Con “Joyero”, de 534 kilos, Arriaga tuvo el mismo problema al enfrentar a otro muro, sin raza ni juego, por lo que sacar un pase era materia imposible, a pesar de los intentos y ganas de lucir. Despachó pronto y se fue con silencio.

Regaló a “Revolucionario”, de 540 kilos, de Jorge María, al que aprovechó muy bien con variadas y lucidas tandas todas bien rematadas, gracias a la movilidad y la nobleza de su destacado enemigo. Luego de un trasteo meritorio y valiente el público solicitó el indulto, el cual concedió la autoridad.

Al final del festejo, Angelino salió en hombros de los aficionados, junto al ganadero de Jorge María, el empresario de la Plaza México, Rafael Herrerías.

Abrió Alfredo Gutiérrez con “Zapatero”, de 548 kilos, con el que poco pudo enseñar, luego que su rival resultó muy deslucido, soso y débil, sin embargo el diestro mostró ganas y valor. Despachó con pinchazos y espadazo y se fue entre silencio. Con “Payaso”, de 495 kilos, Gutiérrez mejoró en los tres tercios a pesar de las malas condiciones del burel, el cual no ayudó en nada al quedarse parado, de ahí el mérito del torero en hacer faena. Luego de batallar, Alfredo se ganó a pulso la oreja, tras dejar un estupendo estoconazo en todo lo alto.

El salmantino Gallo lidió a “Fundador”, de 500 kilos, con el cual mostró temple, valor y determinación, en lo que fue la mejor faena de la tarde, ceñida y voluntariosa, misma que empañó con la espada, ya que al dejar varios pinchazos y estocada se retiró entre merecida salida al tercio, con un aviso.

Con “Revenido”, de 542 kilos, Gallo se dio otro arrimón templado y valeroso, ante un rival de poco juego pero peligroso, de ahí el mérito del español al arriesgar el físico. Volvió a fallar con la toledana y todo quedó en ovaciones.