Foto.- Agencia Xinhua

Brasil en lo que va de la Copa Confederaciones nunca había estado tan presionado, ni con Italia, Japón y muchos menos México, rivales que no le habían exigido el máximo al equipo local.

Brasil sabía que está es su Copa y como tal, tenían que salir a poner condiciones dentro del campo.

Los primeros minutos mostraron la mejor cara de Brasil bajo el mando de Scolari, un equipo agresivo y que al mismo tiempo era el generador del partido.

Pero Uruguay por un momento silenció el Estadio del Mineiro, cuando Diego Forlán tenía en sus botines la posibilidad de adelantar a los charrúas, lo que no sabía el ariete uruguayo, que enfrente estaba uno de los mejores atajadores del penaltis del mundo, hablamos de Julio César, el brasileño paró ese disparo y todo el mundo enmudeció.

Parecía que los primeros 45 minutos no iba haber gol, hasta que una gran jugada del astro del Barcelona, Neymar, entró al área donde Muslera atajo el balón, mismo que se quedó botando y fue aprovechado por Fred quien marcó el primer gol del partido.

Para la segunda parte apareció el número 21 de la selección Uruguaya, Cavani, quien daba esperanzas a los pocos charrúas que estaban reunidos en Brasil.

Al final, Brasil demostró por que es el máximo ganador de mundiales, y en un tiro de esquina, al minuto 88, Paulinho, mandó a los cariocas a la gran final de la Copa Confederaciones.

El Dato

Mañana España e Italia definirán al segundo finalista de la justa, la última vez que se enfrentaron estas dos potencias, fue en la final de la Eurocopa 2012, cuando los españoles masacraron a los italianos, cuatro goles por cero.

Manolo Rodríguez