Barcelona se ha proclamado campeón de la Copa de Rey al ganar al Athletic por 1-3 en el Camp Nou, gracias al doblete de Messi y al gol de Neymar. Por parte de los 'leones', Iñaki Williams. Con este título el club azulgrana ya tiene 'atado' el doblete a falta de la final de la Champions ante la Juventus.
La final de la Copa del Rey comenzó con el Athletic inquietando tímidamente la portería de Ter Stegen, pero a los pocos minutos ya se pudo ver al Barcelona de los últimos tiempos, con un Messi espectacular que levantó a todo el mundo de sus asientos en el minuto 20 de partido.
Messi arrancó la jugada en la derecha ante la presión de tres jugadores 'leones'. Leo se marchó de los tres como quiso (el último con un autopase digno para el recuerdo), encaró a su par en el vértice del área y la puso al palo corto de Herrerín. Sencillamente espectacular y, sin duda, uno de los mejores goles de su carrera.
El segundo gol no tardaría en llegar. Rápida combinación al primer toque entre Messi, Rakitic y Suárez que terminó con un pase de la muerte del uruguayo hacia Neymar que, libre de marca, anotó a placer el segundo del partido.
Los 'leones' sufrieron de lo lindo el juego de los azulgranas, que demostraron que están en perfectas condiciones para ganar, una vez más, el triplete. La única clara del Athletic antes del gol la tuvo Williams, pero su remate con la derecha se estrelló en el larguero. Con este marcador nos fuimos al descanso.
En la reanudación el equipo azulgrana bajó el ritmo y pudo controlar la totalidad del balón para no generar cansancios de cara a la gran final de la Champions League ante la Juventus de Turín.
El más activo de los azulgranas en la segunda parte fue Neymar, que lo intentó de todas las maneras, aunque no estaba del todo acertado a puerta, a pesar de marcar el segundo del Barcelona.
El que sí volvió a marcar fue Messi, que se aprovechó de la pasividad de la defensa del Athletic para meter el pie dentro del corazón del área y batir de nuevo a Herrerín. El gol de la honra para el Athletic lo marcó Williams, al rematar de cabeza un gran servicio de Ibai desde la izquierda.
