El piloto Romain Grosjean, del equipo norteamericano Haas, sufrió un fuerte accidente durante la vuelta de arranque del Gran Premio de Bahréin, resultando con leves lesiones y quemaduras en manos y pies.

El francés, quien arrancó penúltimo, trataba de avanzar lugares tras la primera curva cuando registró un toque con una de las llantas delanteras del auto de Daniil Kvyat (Alfa Tauri), siendo proyectado hacia la barrera de contención.

El Haas se partió en dos al atravesar la valla y comenzó a incendiarse, mientras la carrera fue detenida. A pesar del aparatoso accidente, Grosjean logró salir por su propio pie del vehículo en llamas, siendo auxiliado por personal de emergencia.

 

 

Más tarde, a través de un video emitido por el equipo, desde el hospital confirmó que se encuentra bien y destacó la pertinencia del dispositivo “halo”: “Es una de las mejores cosas que se han hecho en Fórmula 1, sin ello no estaría hablando con ustedes en estos momentos”.

El “halo”, una estructura de seguridad fabricada con titanio, fue introducido a partir de la temporada 2018 en la Fórmula 1 y otras categorías de automovilismo, con el objetivo de proteger a los conductores contra impactos directos.

El desarrollo del dispositivo fue acelerado, principalmente, tras el accidente del piloto francés de Marusia, Jules Bianchi, en 2014, quien sufrió una severa lesión cerebral tras impactar su monoplaza contra una grúa en el circuito de Susuka, Japón. El piloto perdió la vida tras permanecer 9 meses en coma.