La violencia volvió a manchar el fútbol mexicano tras el encuentro entre Xolos de Tijuana y Chivas la noche del viernes 12 de julio en el Estadio Caliente. Lo que comenzó como una riña en las gradas, se intensificó y terminó en una balacera fuera del estadio, dejando un aficionado sin vida.

Según información oficial, la confrontación inició cuando un aficionado de Xolos provocó a seguidores de Chivas, desatando una pelea multitudinaria en las gradas. A pesar de los intentos del personal de seguridad privada, los disturbios se trasladaron al exterior del estadio, donde se escucharon disparos.

Testigos captaron y compartieron videos del violento incidente en redes sociales, mostrando a un hombre con la camiseta de Xolos herido en el suelo, mientras una mujer pedía ayuda desesperadamente. El herido, de aproximadamente 40 años, fue trasladado a una clínica del IMSS en estado grave, con una herida de bala en la cabeza.

El occiso, identificado como Carlos Alfredo Cárdenas Ramos, murió al llegar al hospital debido a las heridas provocadas por disparos en el cráneo y la espalda.

El equipo de Xolos emitió un comunicado informando que colaboran con la Liga MX para esclarecer lo sucedido. Este incidente se suma a una preocupante serie de actos violentos en el fútbol mexicano, como la pelea masiva entre Querétaro y Atlas en el Estadio La Corregidora, que dejó decenas de heridos.

Las autoridades y la Liga MX han implementado medidas más estrictas para garantizar la seguridad en los estadios, incluyendo sanciones severas para los clubes involucrados y la identificación y prohibición de acceso a los responsables de los actos violentos.