Ante el decreto que emitió Felipe Calderón, mediante el cual se establece que las colegiaturas de preescolar hasta preparatoria serán deducibles de impuestos, la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPF), a través de su presidente, Alejandro Águila Arguelles, solicitó que se emita otro decreto donde se exima del pago del suministro de energía eléctrica y agua a las instituciones públicas.

"Así como lanzó esta medida de apoyo a la educación privada que exima del pago de servicios a la educación pública para que se logre la educación de calidad."

Por lo que reiteraron que las cuotas que los padres de familia aportan a las asociaciones de cada escuela se destinan tanto para el pago de servicios como para el mantenimiento, construcción de instalaciones y en algunas ocasiones hasta para salarios de docentes, que deberían ser afrontados por el gobierno.
 
Por tanto, pugnaron por que se atiendan a las clases más desprotegidas a través de una iniciativa en la cual se establezcan los límites de las aportaciones voluntarias que otorgan los padres de familia a las escuelas y en cambio se aumenten las aportaciones hacia los fines de las asociaciones.
 
En cuanto el actual decreto, enfatizaron que sólo beneficia a un sector de la sociedad que cuenta con los recursos necesarios para afrontar el gasto de una colegiatura.

Asimismo, reiteraron que dicha medida sólo acentúa la inequidad entre los grupos sociales y por lo tanto se marcará una diferencia entre la educación pública y privada, "están propiciando un distanciamiento cada vez más severo entre ricos y pobres que podría tornarse en un estallido social".

Aseveraron que su exigencia tiene fundamentos en el artículo 3 de la Constitución, que establece que la educación es gratuita y por tanto subrayaron que el gobierno debe de sentar las condiciones idóneas tanto para que los estudiantes tengan educación de calidad como servicios pertinentes para desarrollarse dentro de la institución.