La especialista de la escuela de Negocios y Estrategia del campus Puebla del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Adriana de la Rosa Martínez, lamentó que los nuevos emprendedores carezcan de las estrategias para recurrir a los créditos que les permitan sostener un negocio.

Aseguró que entre los errores más comunes de los empresarios que solicitan un préstamo destacan los créditos mayores a tres años y el financiamiento para evitar la bancarrota. “Lo que deben entender todos los ciudadanos que ingresan en el mundo empresarial es que los préstamos no deben utilizarse como ‘salvavidas de los negocios, tampoco para el pago de deudas atrasadas’, son para impulsar el crecimiento de los negocios y hacerlos más rentables y competitivos.”

La especialista del ITESM afirmó que si las empresas recurren a los préstamos en el arranque dentro de los mercados, la operación se les puede complicar porque la solicitud realizada duplica las responsabilidades financieras de la compañía.

“Los inversionistas se ven obligados a generar utilidad, además del capital necesario para pagar la deuda, pero dejan de lado el crecimiento, que es fundamental para consolidar un negocio.”

La recomendación de la catedrática es que los préstamos que realicen las empresas sean utilizados cuando estén establecidas, posicionadas y con productos reconocidos, y agregó que lo mejor es que soliciten un préstamo después de cinco años de operación.

La decisión
Adriana de la Rosa señaló que las empresas nuevas tienen hasta dos años para decidir si pueden continuar en operación o deben cerrar, por eso los dueños no deben adquirir compromisos económicos que excedan ese tiempo porque desconocen si tendrán éxito o se verán obligados a cerrar.

“Es importante arrancar con capital propio, porque si no tienen capacidad de pago solamente perderán las inversión inicial, pero se quedan sin deudas después de la quiebra.”

De la Rosa Martínez dijo que los préstamos son positivos cuando se utilizan de forma estratégica, por ejemplo cuando los invierten para cubrir la demanda de servicios y productos solicitados por los clientes, “los préstamos se deben prever en su aplicación, para evitar desviarlos con fines que no fueron planeados”.

Para lograr resultados óptimos, los préstamos que solicitan las empresas nuevas no deben usarse para liquidar deudas personales, y para evitar eso es fundamental tener un plan bien estructurado de negocios para sortear el embargo y realizar los pagos en los tiempos acordados con los prestamistas.

La recomendación
Que los pasivos de las empresas sean menos de la mitad de los activos, lo que permite aumentar el capital e invertirlo en mejorar el negocio. En un negocio es importante la cultura financiera, porque permite saber con cuánto recurso cuentan y la mejor manera de distribuirlo y cuidarlo.