Ante los hechos, los padres de familia mostraron su descontento y pidieron que los directivos generen un programa de mejoras permanentes en la seguridad y en la transparencia que se maneja de manera institucional.
Además, exigieron conformar un plan de emergencia eficiente y, sobre todo, que las autoridades asuman su responsabilidad por los errores presentados y por la falsedad con la que se manejan los momentos de emergencia.
En un comunicado enviado ayer viernes, los padres de familia de esa institución recordaron que “la evacuación fue un caos, los alumnos salieron sin control por dos angostas puertas a la calle, donde cualquiera los podía recoger o hacer daño”, comentó Patricia Velasco, presidenta de la mesa directiva de padres de familia de secundaria.
Asimismo, comentó que tampoco funcionó la cadena telefónica, porque no fueron avisados todos los padres a tiempo y hubo niños deambulando por la entrada y las calles aledañas, en plena angustia colectiva por la emergencia mientras los rumores crecían sin control dentro de las instalaciones del colegio.
Las mentiras de la institución
Debido a esta reacción sin orden, los padres de familia externaron su enojo y la incredulidad ante las confusas y contradictoras declaraciones de los directivos del colegio, quienes en un primer momento se negaron a ofrecer explicaciones.
Ante la presión de los preocupados padres de familia, primero se manejó una versión oficial entregada al secretario de Seguridad del estado de Puebla, Ardelio Vargas Fosado, con la información falsa de un simulacro programado. Una versión más divulgada por medios de comunicación citó a directivos del colegio que intentaban “tapar” el caos con la misma mentira de un simulacro.
Horas después, la dirección del colegio presentó la última versión, donde el director Wolfgang Jacobi dijo que se habían encontrado “balas de pistola en las instalaciones del colegio”, pero también anunció la suspensión de todo tipo de actividades escolares para el viernes reanudándose hasta el lunes. A esa hora, helicópteros con comandos policiales armados asomados en sus puertas sobrevolaban el colegio, lo que aumentó la zozobra.
En un segundo comunicado (sin firma) se dio como explicación el hallazgo de “desperdicio de balas vacías de cacería que un padre identificado depositó en el área de reciclado”.
En ese comunicado nocturno se levantó la suspensión de las clases y se añadió que una profesora se desmayó y que “no tiene nada que ver con el otro evento”.
Hay cuatro casos de alumnos empistolados: Fenapaf
La presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (Fenapaf), Aurora González de Rosas, apuntó que en los últimos dos años registraron cuatro casos de presencia de armas de fuego en Puebla, aunque se solucionaron de manera interna y no se presentaron las denuncias ante las autoridades educativas.
Así lo declaró debido a caso del Colegio Humboldt, donde el pasado jueves las autoridades educativas encontraron balas de armas de fuego entre las pertenencias de los estudiantes, lo que causó conmoción en la comunidad escolar.
González de Rosas afirmó que las instituciones escolares poblanas viven momentos de caos porque los padres de familia ven la inseguridad muy cerca de sus hijos, y lanzó un llamado a la prudencia y que todos los reportes se investiguen de manera minuciosa.
Temas como presentados en el Colegio Humboldt el 1 de marzo generan pánico e inseguridad entre la población estudiantil y entre los tutores, pero afirmó que las autoridades del colegio no supieron manejar la situación y se tomaron decisiones a la ligera, lo que se traduce en problemas severos.
“En estos casos debe realizarse una investigación de fondo y que se transparenten los hechos, porque si alguien llevó balas a la escuela, que se deslinden responsabilidades.”
Aumenta la preocupación
Aurora González de Rosas reveló que la inseguridad que prevalece en los alrededores de las escuelas poblanas genera preocupación entre los padres de familia, por eso reiteró el llamado para que los tutores y los directivos estén pendientes de los estudiantes.
“Creo que proyectos como ‘Un paso más hacia la seguridad’ valen la pena multiplicarlos porque nos hace una sociedad más organizada y que sabe cómo actuar en casos de emergencia social.”
Aurora González llamó para a fomentar la participación social porque ahora todos se quejan pero muy pocos hacen algo para ofrecer soluciones.
“La respuesta está entre la sociedad organizada y la atención que los tutores ponen en sus hijos, pero hay que evitar afectar a los estudiantes con la suspensión de las clases, porque eso les pega en su aprovechamiento.”