La mayoría de esos casos, reveló la representante de esa organización de la sociedad civil, se presenta en personas en edad joven, que manejan con altos grados de alcohol, con lo que ponen en riesgo su vida, la de los acompañantes y de terceros, que resultan afectados por los accidentes que ocasionan en las calles de la capital poblana.
Esos resultados, fueron obtenidos del estudio aplicado en el presente año, entre esa organización, el despacho UDLAP Consultores y la Universidad Autónoma de Puebla, que se traduce en un llamado de atención a la sociedad en general, para tomar las medidas preventivas necesarias y evitar que los jóvenes conduzcan después de ingerir bebidas embriagantes.
Guevara Rendón, informó que la encuesta, se aplicó a un total de 480 jóvenes, de los cuales, el 71 por ciento respondió que sí consumen bebidas alcohólicas, “el 27 de ellos lo hace en fiestas privadas, el 23 por ciento en casa de algunos amigos y el porcentaje restante en los ‘antros’, lo que los coloca en riesgo, durante el trayecto del lugar a sus hogares”.
Desde la perspectiva de la especialista del ICAP, el peligro para los jóvenes, se incrementa cuando los rangos de edad de 16 a 17 años, conducen sin licencia o sin permiso de las autoridades, “eso sucede en el 53 por ciento de los casos, porque además, son personas sin la experiencia necesaria para enfrentar y resolver posibles accidentes en el momento en que manejan con alcohol en el cuerpo”.
Ante eso, agregó que de los 500 mil jóvenes poblanos, en el rango de edad de 17 a 25 años, el 70 por ciento todavía vive con sus padres, de los cuales, 150 mil son independientes, “del total, el 67 por ciento tienen un horario específico para regresar de la fiesta, que es de una a tres de la madrugada”.
En ese contexto, reveló que las universidades involucradas en el proyecto del ICAP, coordinados con la Secretaría de Vialidad estatal, iniciaron la realización de talleres de concientización en las escuelas, proyecto que también involucra a los padres de familia y estudiantes, con la finalidad de conocer la situación en la que se exponen los jóvenes de todas las edades, cada fin de semana, cuando salen de diversión.