Desde su perspectiva, no es posible que actualmente el país tenga una educación que se ubica en los últimos lugares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mientras que la nación tiene una economía que se coloca en el décimo tercer lugar en el ámbito internacional, “ahí vemos que no hay mucha correlación y no es posible que tengamos una economía que se ubica en los primeros lugares y una educación que se encuentra en los últimos”.
Desde el punto de vista del empresario educativo del estado de Puebla, esa disparidad se tiene que corregir y la corrección tiene que ver con lo que enseñas, “ahí es fundamental el maestro porque, si el profesor falla, lo que se recomienda hacer es revisar la forma en que sale de las escuelas, porque pueden fallar las escuelas Normales”, y nadie hace nada para corregir el problema.
Otro tema que debe ponerse en la mesa de discusión, agregó el presidente de la AUIEMSS, es la permanencia de los maestros dentro del sistema educativo mexicano porque —desde su perspectiva— no deben durar más de 35 años en servicio y por lo tanto, después de ese tiempo, la jubilación debe ser obligatoria, pero el problema es que gran parte de los ingresos en el magisterio se derivan de las prestaciones y no del salario base, “por eso vemos que el maestro se queda en las escuelas hasta que se muere y no abre los espacios para las nuevas generaciones”.
Gobierno y partidos desaprovechan una gran oportunidad
A decir del experto en temas educativos, el gobierno federal del país y los partidos políticos con representación en el Congreso de la Unión, desaprovecharon una gran oportunidad porque en el presente sexenio no hubo reforma educativa, lo que se presentó fue una reforma laboral inmersa en el artículo 3 constitucional y ahí existen mecanismos de evaluación del magisterio, que tienen que ver con el tema del ingreso, la permanencia y la formación, pero no se observa que haya modificaciones a los contenidos de los planes y programas de estudio.
Por eso resulta lamentable que en una comparación encuentran que lo que se estudia en el nivel de secundaria en otros países, en México se estudia en la preparatoria, entonces concluyó que existe una gran disparidad en los contenidos internacionales, por lo tanto si en el país se plantea que los alumnos respondan a parámetros de evaluación internacional, entonces lo que se tiene que modificar al principio son los contenidos de los planes y programas.