En la movilización del primero de mayo, en la que participaron más de mil profesores del estado de Puebla, según versiones del vocero disidente, también expresaron su solidaridad al movimiento que tienen en la actualidad los trabajadores de la educación de los estados de Guerrero y Michoacán, que buscan echar abajo esas reformas legislativas en los respectivos congresos de esas entidades.
Desde la perspectiva de Guerra Castillo, ambas reformas constitucionales no solamente atentan en contra de los derechos laborales de los trabajadores de la educación, más bien, generan afectaciones en contra del espíritu del artículo tercero de la Constitución mexicana, “que es clara en el aseguramiento de los derechos de los habitantes del país a una educación gratuita y en igualdad para todos”.
Desde la perspectiva del vocero del grupo magisterial disidente del estado de Puebla, la marcha del pasado primero de mayo está enfocada en rechazar la reforma educativa y de ese rechazo “los maestros de Guerrero son garantes de la unidad para echar abajo esa iniciativa, abajo también la reforma laboral, esclavista y neoliberal, por eso estamos formando un gran frente, maestros y trabajadores, para oponernos a estas reformas neoliberales y estructurales que están socavando el nivel de vida del pueblo y manchan la soberanía nacional".
Desde la perspectiva del vocero del movimiento opositor al interior del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), los trabajadores del rubro escolar del país ejercen la libre determinación que como ciudadanos empoderan para elaborar las políticas económicas y educativas al margen de los dictados, que desde el exterior emite la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Y es que los mandatos de esa agrupación internacional de países, dijo Miguel Guerra Castillo, se traducen en las reformas que impulsa el gobierno federal y el Congreso de la Unión, “es el principal factor que la clase trabajadora de todo el país ha salido a defender durante la conmemoración del Día Internacional del Trabajo”.
Luego de los desmanes ocasionados por los profesores de Guerrero, el vocero del CDMP dijo que romper unos cuantos vidrios de las sedes del Congreso en Guerrero y de partidos políticos no se compara ante la violencia institucional que la clase política nacional ejerce en contra de todos los mexicanos, al imponer una reforma que, lejos de garantizar calidad, crea los cimientos para el debilitamiento del sistema educativo nacional, a favor de la privatización educativa.
Las consignas
La exigencia al gobierno estatal para la reinstalación a sus plazas de trabajo a los más de 40 profesores simpatizantes del magisterio disidente, que hace casi un año se negaron a aplicar en sus respectivos grupos la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE), medida que consideró no representa la construcción de un indicador para diseñar políticas educativas, sino un instrumento para justificar la represión contra los maestros del país.