Ante las estadísticas presentadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ubica a México en el último lugar en deserción escolar entre jóvenes de 15 y 18 años, el vicerrector de Docencia de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Jaime Vázquez López, aseguró que lo publicado se trata de un dato duro y alarmante que expresa muy bien las debilidades de las políticas educativas del país porque en México la gente reprueba mucho, eso “no debe sorprender, van varias décadas con serios problemas en la constitución de una política educativa eficiente”.

Desde la perspectiva del funcionario, en la deserción escolar inciden muchos factores y de entrada hay que reconocer que el esfuerzo realizado por las autoridades y la sociedad es insuficiente, “nadie duda del trabajo realizado por ampliar la cobertura, hay una amplia cobertura pero eso no significa que se cubre la desigualdad educativa que se arrastra en los niveles precedentes”.

El funcionario de la universidad estatal poblana reconoció que la reforma educativa es parte del esfuerzo pero no lo es todo, porque esos cambios legislativos todavía están en una etapa incipiente, por eso aseguró que la deserción significa que los jóvenes que logran ingresar a un nivel escolar posterior difícilmente continúan sus estudios, “ahí hay que conocer los factores que inciden, que son económicos, las cuotas escolares, pero también alimentación y las necesidades, no hay niños dedicados, pero otro problema es la desigualdad de la calidad educativa”.

El vicerrector de Docencia de la UAP afirmó que cuando la mayoría de los jóvenes y menores de edad reprueban no puede considerarse como algo normal mas bien se trata de verdadero rezago escolar, que cuando se presenta los estudiantes se tardan más tiempo en concluir los estudios, problemática que va acompañada de dos problemas: la ineficiencia en las áreas de redacción y de matemáticas.

Vázquez López aseguró en entrevista que para lograr soluciones en el problema de la deserción y la falta de formación profesional de los ciudadanos del país, primero se debe reconocer que existe un problema que no está solamente en los profesores y en el sindicato, mas bien afirmó que se trata de un problema social, por lo tanto dijo que hay que ubicar el problema en su justa dimensión, “porque si no se logra seremos un país condenado al atraso, a la impunidad, a la falta de un Estado de derecho, a la marginación, a la desigualdad y otros factores sociales que pesan demasiado en la formación de los estudiantes”.