En pleno proceso de admisión para el ciclo escolar 2013-2014, el director general del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI) del estado de Puebla, Germán Molina Carrillo, afirmó que las escuelas “marca patito” que funcionan en el estado de Puebla representan una competencia desleal para aquellas universidades que cumplen con los procesos de calidad que exigen las autoridades educativas.

“Por eso es importante que la Secretaría de Educación Pública presente el informe de las instituciones que tienen el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios y las certificaciones que muestren que cumplen con los procesos de calidad que exige la ley estatal de educación.”

Y es que, desde su experiencia académica, varias escuelas de educación superior escapan al cumplimiento de esas exigencias, como las que tienen registros federales, las politécnicas y las que cuentan con incorporación a la Universidad Nacional Autónoma de México, que no son sujetas a las leyes educativas estatales. “No vemos que tengan sistemas de calidad, aunque son más baratas, y es ahí donde viene el fraude”.

Los problemas que Molina Carrillo encuentra para el ciclo escolar que arranca el próximo mes son, primero, la falta de espacios en instituciones de educación superior públicas; segundo, los costos de las colegiaturas en universidades de mayor prestigio y, tercero, “que encontramos el problema de los solicitantes a la Universidad Autónoma de Puebla, que son cerca de 50 mil aspirantes, porque hay muchos alumnos que ya estudian en instituciones particulares, que dejan sus estudios y buscan la opción en la UAP y en otras escuelas públicas”.

Escuela barata no es escuela de calidad

Para el director general del ICI, una escuela de bajo costo no significa precisamente que trabaja bajo estándares de calidad reconocida, porque regularmente no tienen buena infraestructura: “Son escuelas que van por captar el ingreso, pero no por la calidad, por eso pedimos a los padres de familia y a los mismos aspirantes que se informen bien, que verifiquen las acreditaciones, el reconocimiento y la calidad”.

Otra “guerra” que está en puerta es la de las becas, pero muchos estudiantes que las consiguen ni así pueden pagar sus colegiaturas, “prueba de ello es que el año pasado la Secretaría de Educación Pública promovió 25 mil becas, pero la gran mayoría de los jóvenes no se quedan en las aulas universitarias ni con los descuentos”.

Es por eso que, desde la perspectiva de Germán Molina Carrillo, la situación del ingreso para el ciclo escolar 2013 viene complicada y ya encuentran amagos de desestabilizar al sistema de educación superior de carácter público, porque los jóvenes y algunas agrupaciones que los respaldan exigen ampliar la matrícula, pero eso difícilmente se puede lograr si no existen mayores recursos gubernamentales, “siempre se aumentan los lugares, pero resultan insuficientes”.