Lo que solía ser un informe fastuoso se encogió.

El paspartú y el oropel  para la clase política se transmutó en un informe rectoral que se rindió ante y para los universitarios.

El rector de la UAP, Alfonso Esparza Ortiz, quien tomó protesta como rector sustituto el pasado 22 de marzo resaltó los esfuerzos universitarios para transformar la institución.

Lo frugal le ganó a la tentación de los reflectores.         

Para los intérpretes –de café y de twitter- de mensajes un par de retratos realistas:

A la entrada de la unidad de seminarios de la BUAP, el rector, Alfonso Esparza esperó unos 5 minutos al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle y a su esposa, Martha Ericka Alonso de Moreno Valle.

A un lado de los carriles de las lobobicis, el maestro Alfonso Esparza Ortiz, saludó al alcalde electo de la ciudad de Puebla, Tony Gali Fayad. La estampa de la conversación coloquial marcó el acto de rendición de cuentas.

Ni vallas ni “operadores” universitarios por doquier. Ni “operación política” ni devaneos futuristas en el informe.

“El diálogo ha sido la constante en este breve periodo al frente de nuestra querida institución, porque estoy convencido que esta práctica abre las puertas a la razón y a la justicia", afirmó Alfonso Esparza.

Al término del acto de rendición de cuentas, Alfonso Esparza, convivió con estudiantes, profesores, directores, mezclándose con los grupos de invitados universitarios a su primer informe y el último de la pasada gestión.

La clase política, esa que ocupaba las primeras filas del informe, fue reemplazada por los consejeros universitarios devolviéndole el sentido académico al acto de rendición de cuentas, que en pasadas ediciones fue pasarela futurista.