El funcionario educativo afirmó que, desde el mes de agosto del año pasado, en la universidad estatal poblana se aprobó el programa para el aseguramiento de la calidad de las escuelas incorporadas, por lo que consideró buen momento para retomarlo y llevarlo a la realidad en las universidades que tienen convenio educativo con la máxima casa de estudios del estado de Puebla.
Ante eso, Molina Carrillo recordó que es una obligación de las IES particulares que tienen reconocimiento de incorporación a la UAP llevar a cabo sus procesos de autoevaluación por medio de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), para después proceder a las visitas de los pares académicos y lograr el reconocimiento, que representa en la actualidad un compromiso con todos los integrantes de la sociedad.
El proceso, reveló el director general del ICI, tiene una duración aproximada de un año y los costos para las IES que busquen someterse a esos procesos son variables según las necesidades que tengan en las áreas de infraestructura, de formación de los docentes, de investigación y de dotación de nuevas tecnologías.
“A la mayoría de las escuelas incorporadas todavía les falta y no hay muchos avances en la actualidad.”
Un proceso de certificación con los CIEES, reveló Germán Molina Carrillo, no representa altos costos porque solamente tienen que pagar los viáticos de los evaluadores, aunque un proceso de calidad con el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes) representa una inversión cercana a los 80 mil pesos, porque además se tienen que cumplir con requisitos obligatorios, como la dotación de infraestructura, la planta docente, procesos de investigación, donde la mayoría de las incorporadas tiene problemas.
“Les falta plataforma de medios tecnológicos, recursos didácticos, preparación de profesores, vinculación con empresas, además de los convenios con los sectores laborales, público y privado.”
Por eso, desde su perspectiva, el convenio de calidad firmado con la UAP tiene que retomarse para que la totalidad de las IES incorporadas a la UAP resuelvan aspectos que no son atacados de manera adecuada.
“Tenemos que empezar por solicitar la actualización del reglamento de incorporación, que es de 1992, que hay que revisar y actualizar a los tiempos que vive la educación en el país.”