Para el integrante del Consejo Nacional para la Prevención de la Discriminación (Conapred) Daniel Ponce Vázquez, las diferencias socioeconómicas de los individuos representan la causa más arraigada para la discriminación entre los mexicanos, seguida de la apariencia de la persona y el color de la piel, además de la predominancia del género masculino sobre el femenino, la discapacidad, la condición de migrante y la diversidad sexual; lo anterior, en el marco de la convención internacional de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con capacidades diferentes.

Ante eso, el representante del organismo nacional aseguró que el factor de la pobreza es lo que hoy en día genera las mayores divisiones entre la población nacional, pero además esa diferencia se mantiene como la que mayor desprecio genera en el país.

El funcionario del consejo reveló que, según estudios del Conapred, no existe un sólo estado del país que se considere con mayores indicadores de discriminación que el resto, pero aclaró que 15 por ciento de la población de Puebla y Tlaxcala no estaría dispuesta a vivir con una persona con discapacidad, mientas que en el Distrito Federal 10 por ciento de sus habitantes considera que ese grupo de la población representa un obstáculo para el desarrollo del país.

En ese contexto, reveló que el reto que tienen la sociedad mexicana y las autoridades de los tres órdenes de gobierno en la actualidad es trabajar de manera contundente para que se respete el valor de la igualdad, porque los niveles socioeconómicos de menor desarrollo representan hoy en día un problema fuerte de desigualdad entre los habitantes del país.

En el evento, el rector del campus Puebla de la Universidad Iberoamericana (UIA), Fernando Fernández Font, aseguró que en esa casa de estudios jesuita esperan que el foro sirva para la discusión de ideas, pero también que repercuta de manera directa en las autoridades mexicanas y en la sociedad en general para trabajar en propuestas prácticas en beneficio de las personas con alguna capacidad diferente.

Finalmente, el administrador central de esta institución de educación superior dijo: “Me duele que se siga luchando por conseguir derechos para las personas con capacidades diferentes, mientras que la sociedad las sigue excluyendo”.