El primer año de gestión del Papa Francisco al frente del Estado Vaticano se caracterizó por escándalos de pederastia por parte de sacerdotes de México y el mundo; que se contraponen a la imagen y acciones de humildad, tolerancia y respeto que ha manifestado desde el inicio de su mandato al frente de la Iglesia.
Lo anterior se desprende de la conferencia “Balance Analítico del Papado de Francisco”, que organiza la Universidad Iberoamericana Puebla, en el marco del Décimo Aniversario de la Cátedra Latinoamericana Ignacio Ellacuría S.J.
Juan Luis Hernández Avendaño, politólogo de la IBERO Puebla, afirmó que desarrollar este Foro representa generar formas de análisis diferentes, que promuevan el desarrollo del intelecto, tal como lo argumentaba Ellacuría al cual citó diciendo lo siguiente: “Un análisis intelectual debe ser respondido con otro análisis intelectual, no con represiones, con la cárcel o con un disparo en la cabeza”, sentenció.
Gabriela Juárez Palacios del Observatorio Eclesial realizó un balance crítico del primer papa latinoamericano y el primer papa jesuita, al respecto señaló que sus acciones son revitalizantes para la Iglesia pues abren la posibilidad para un cambio profundo tras los problemas de pederastia, corrupción y el celibato. Aquí la apuesta es la reforma que se está haciendo en la curia vaticana aunque sea poco alentador para la solución de estos problemas la presencia del Cardenal Norberto Rivera Carrera, personaje que su pasado y sus acciones lo condenan.
Mientras tanto, el teólogo de la IBERO Puebla, Alejandro Ortiz Cotte, destacó que en la Iglesia Católica existen cuatro modelos el de cristiandad, el neo cristiandad, el del Vaticano Segundo y el de la Iglesia de los Pobres, pero enfatizó que hace falta un quinto modelo, el de la Iglesia Humanizadora, esto lo mencionó para destacar que las señales que ha estado emitiendo el papa Francisco son útiles y positivas para los feligreses, pero no así para una reestructuración profunda de la Iglesia.
En este mismo sentido, Ortiz Cotte afirmó que la postura de Francisco está muy ligada al modelo del Vaticano Segundo, el cual se rige por un patrón que si bien busca la reforma de la Iglesia, no se ha preocupado por enseñar esta doctrina, sumado al hecho de que este tipo de disciplina fomenta la teología antigua, es decir, sigue manteniendo su esquema jerárquico vertical. “Para generar cambios profundos es importante separar a la Iglesia del Estado Vaticano”, informó.
Por su parte, Alejandro Rosillo Martínez Catedrático e investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí –UASLP-centró su participación en la recién orden de aprensión que el estado giró contra el sacerdote pederasta Eduardo Córdova y tomando como ejemplo esta conducta enfatizó que es urgente generar un nuevo modelo de Iglesia, una institución capaz de ver las nuevas subjetividades que existen en América Latina. “El Estado debe entender que los fieles somos parte de la Iglesia y no simples ovejas”, concluyó.
Finalmente, Alberto Athié Gallo también investigador de la UASLP destacó que el hecho de que Jorge Mario Bergoglio haya tomado su nombre papal por San Francisco de Asís da una esperanza, pues este santo fue un crítico asiduo de la Iglesia, pero un hombre volcado a la búsqueda de la verdad y a su vocación como guía espiritual. “Es por ello que si queremos que la Iglesia cambie necesitamos participar todos como sociedad, porque la Iglesia no son solo las y los religiosos”, puntualizó.