La humanización de la sociedad es la primera asignatura que está pendiente en todos los sectores de la comunidad para entender o polemizar sobre la igualdad de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Pero tampoco se debe pasar por alto que el Partido Acción Nacional se aprovecha de todas las organizaciones sociales para evitar la "unión pecadora, sin moral que atenta contra el cristianismo y las buenas costumbres".
La catedrática de la Universidad Iberoamericana Puebla, María Eugenia Sánchez Díaz de Rivera, durante el conversatorio Miradas universitarias en torno al Matrimonio Igualitario, destacó que no se puede hablar de matrimonios o uniones entre personas del mismo género sin otorgar amor a la humanidad para charlar sin contratiempos y sin omisiones sobre este delicado tema que mantiene a la expectativa a gran parte de la población nacional.
“Tenemos que buscar las alternativas para humanizar. Las preguntas relevantes en este caso son: ¿El matrimonio homosexual humaniza o deshumaniza? ¿El matrimonio heterosexual humaniza o deshumaniza? Esas son las preguntas importantes. La psicología, la ética, la biología, nos indican que un ser humano homosexual o heterosexual pueden ser inhumanos. El tema central es conocer qué nos humaniza”, precisó.
La también investigadora de la UIA, destacó que no se puede hablar o juzgar que existe deshumanización en el matrimonio igualitario sin tener la capacidad de dar amor a los seres cercanos como son los integrantes de la familia.
Sánchez Díaz de Rivera consideró que las marchas organizadas por las familias católicas para reprobar los casamientos entre personas del mismo sexo solo generan encono social porque se crea una figura subliminal y en casos se llega a satanizar a esos seres humanos que han preferido encontrar la felicidad con otra persona con las mismas características físicas, ya sean mujeres o varones.
Las continúan marchas que aprovecha el PAN para evitar la consolidación del matrimonio del mismo sexo no tendrán un final feliz porque al final de cuentas la ley de acuerdo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ese segmento de personas de la comunidad que quiera contraer matrimonio terminará haciéndolo en los estados a donde las leyes civiles ya lo permiten.
“En estos casos como en todos, lo único que importa y trasciende es una relación de amor. La familia es un espacio de amor, de cuidado, de apoyo. Eso se puede dar entre parejas homosexuales y entre parejas heterosexuales”, puntualizó.
La catedrática destacó que los prejuicios familiares también generan encono entre las familias donde existen personas con preferencias al mismo sexo.
Consideró que el paradigma moralista se viene rompiendo por la situación económica que prevalece en territorio nacional porque los homosexuales se apoyan entre ellos mismos con el propósito de salir adelante y de proporcionarse el amor que a la mayoría de los habitantes del territorio nacional y estatal carecen.
Los jóvenes estudiantes y de algunas organizaciones de homosexuales y lesbianas que colmaron el foro de la UIA, cuestionaron también el desempeño de partidos políticos y organizaciones sociales que tratan de llevar agua a su molino con acciones de protesta contra la libertad de expresión de gustos sexuales.
Los panelistas coincidieron en precisar que las conductas morales a ultranza no tienen cabida en la cultura de libertades en donde el respeto a los semejantes será fundamental para lograr una convivencia entre todos los sectores de la comunidad.
Libertad con sentido
El catedrático y jesuita de la IBERO, Teódulo Guzmán Anell, puntualizó que no se puede señalar y satanizar a quienes han preferido relacionarse con personas del mismo sexo porque va en contra del proceso intelectual de calidad que supuestamente todos los mexicanos preconizan en sus charlas cotidianas
El también director del Colectivo Justo Medio, detalló que las personas que han preferido mostrar plenamente su amor con personas del mismo sexo se han convertido en un referente en territorio nacional porque, lejos de inmiscuirse o tratar de alterar la convivencia familiar tradicional, muestran respeto a la tradición universal de familia.
Los estudiantes también polemizaron al momento de las preguntas y respuestas, la mayoría de los chavos de la Ibero mostraron ser muy ‘open mind’ porque un país que transita por la ruta de la consolidación intelectual en todos los sentidos no puede ni debe juzgar a homosexuales y a lesbianas sin conocer las causas.