Mario Ernesto Patrón Sánchez, Rector de la IBERO Puebla, ofreció su Primer Informe de Labores 2019-2020 a través de un video distribuido por los canales institucionales, formato inédito que fue adoptado en congruencia con las medidas de seguridad sanitaria por la pandemia de la COVID-19.

Su mensaje, dirigido especialmente a la Comunidad Universitaria, tuvo como objetivo agradecer el esfuerzo, inteligencia, creatividad y cariño que le han entregado al proyecto educativo durante estos meses especialmente desafiantes; así como resumir los principales énfasis de la actividad de nuestra Casa de Estudios y sus logros más destacados.

Como ruta crítica elemental de su gestión, Patrón Sánchez presentó a la Junta de Gobierno las Líneas Estratégicas de la Rectoría 2019-2023, compilación de 20 directrices que concentra las acciones para fortalecer el proyecto educativo de la IBERO Puebla en el corto y mediano plazo.

Dichos ejes están enfocados a potenciar las condiciones estructurales de las que depende la estabilidad, la viabilidad y el rumbo de la Universidad; actualizar la infraestructura para favorecer la oferta de servicio a los destinatarios de la acción institucional, y fortalecer la pertinencia y eficacia social de las funciones universitarias sustantivas.

La Universidad y su entorno


Mario Patrón indicó que hacer de la realidad la “principal asignatura” de la Universidad es un desafío permanente debido al carácter dinámico de la historia. En esa lógica es que nació la Agenda Institucional: de la reflexión a la acción, documento mediante el cual la IBERO Puebla convocó a diversos actores públicos a reflexionar, dialogar y construir alternativas a diversos problemas presentes en 14 ámbitos de la realidad local.

Asimismo, se ha puesto en marcha el proceso de rediseño de los planes de estudio de 23 licenciaturas. Con la realidad como referente central, se busca favorecer la formación de personas, ciudadanos y profesionistas realmente conscientes, competentes, compasivos y comprometidos.

Compartió que el fortalecimiento de los Institutos y Observatorios se ha dado mediante un trabajo más cercano con los actores sociales y con una decidida vocación regional, dirigido a dotar a la Universidad y la sociedad de un conocimiento más profundo de la realidad.

Estudiantes y docentes, actores centrales


Al recordar la megamarcha universitaria del pasado mes de marzo, el titular de Rectoría extendió su reconocimiento a la Comunidad Estudiantil por su ejemplar organización. “Les refrendo hoy nuestra determinación de ponernos a la altura del privilegio que supone acompañar su camino en este tramo crucial de sus vidas”, externó.

Para Patrón Sánchez, el alumnado y el personal docente son dos ejes fundamentales en la tarea de transformar nuestra Casa Común. Por ello, dijo, se han puesto en marcha procesos para estrechar el diálogo con estudiantes y docentes, aprovechando su energía y creatividad, y respondiendo con mayor agilidad y pertinencia a sus necesidades desde la perspectiva educativa ignaciana.

Ética del cuidado


El mundo de los adultos y sus instituciones ha perpetuado las estructuras que predisponen a diversos grupos de nuestra población, especialmente a las mujeres, a sufrir múltiples formas de violencia. La tarea de promover una reconciliación que se arraiga en la justicia, apuntó el Rector de la Universidad Jesuita, convoca a “crear las condiciones para vivir intramuros de acuerdo con los principios que deseamos ayudar a construir extramuros”.

Somos una Universidad de gestión privada que defiende un proyecto contracultural en un espacio educativo hegemonizado por las reglas del mercado, y ello incrementa la dificultad para ensanchar los márgenes de autonomía necesarios para concretar con mayor facilidad nuestra misión transformadora", expresó.

Con ese propósito, expuso, además de reforzar la prevención de delitos en la zona perimetral del campus, se han impulsado diversos procesos dirigidos a investigar y comprender las violencias que se suscitan al interior del mismo. A través de la formación en la cultura del respeto, equidad y cuidado mutuo, se pretende depurar y fortalecer los mecanismos para procesar y sancionar las faltas que se cometen en la Universidad.

Recordó también que la ética de cuidado de las personas se ha puesto en el centro del discernimiento durante la crisis sanitaria, todavía vigente, procurando adaptar el modelo educativo de formación integral a las circunstancias de distanciamiento social, sin demérito de la calidad y hondura de las relaciones personales.

Educación ignaciana


Mario Patrón agradeció a los integrantes de la Consulta Jesuita de la IBERO Puebla por su acompañamiento durante su primer año de gestión, quienes son actores clave en la actualización creativa del modo de proceder ignaciano en todos los ámbitos de la vida universitaria y de frente al complejo contexto histórico en curso.

Celebró la incorporación a la Comunidad Universitaria del Golfo Centro, A. C. (CUGOCEAC) de los más de 200 trabajadores de servicios, mantenimiento y vigilancia, así como la instalación de páneles solares en gran parte del campus. Ambos logros se presentan, precisó, como expresiones de gestión institucional cuidadosa de la Casa Común y en congruencia con las Preferencias Apostólicas Universales.

Universidad de vanguardia


Durante el cierre de su mensaje, el maestro en Derechos Humanos y Democracia agradeció la resiliencia de toda la Comunidad IBERO Puebla ante los desafíos que supone la pandemia de la COVID-19. “Hemos abrazado este momento como una oportunidad para subrayar la voluntad de proponer otros modos de ser y hacer capaces de abrir mayores espacios para la esperanza”.

Reconoció los esfuerzos realizados antes y durante la emergencia sanitaria, como las acciones de análisis y propuesta de políticas públicas llevadas a cabo por los académicos, así como los proyectos de disrupción producidos por estudiantes y profesores.

Del mismo modo, evocó el diseño y fabricación gratuita de miles de caretas de protección sanitaria para el personal médico; el impulso a la economía social y los esfuerzos de visibilización y reconocimiento de las contribuciones de las mujeres en el ámbito de la ciencia y la tecnología; así como la reivindicación de los saberes locales y periféricos.

Concluyó lanzando una nueva convocatoria a la Comunidad Universitaria para que, a través de su compromiso, talento y generosidad, hagan que la Universidad Jesuita siga siendo un referente válido y pertinente para la sociedad. “Seamos dignos de la confianza de nuestros jóvenes para acompañarlos en la tarea de inaugurar un nuevo mundo de justicia y vida digna y abundante para todas y todos”.