Transformación, evolución, adecuación, conformación y evaluación, son fundamentos esenciales para certificar la congruencia y proyectar la calidad de cada programa educativo del nivel superior, señaló Alfonso Esparza Ortiz. El rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) priorizó que los resultados y la toma certera de decisiones tienen su origen en las evaluaciones continuas. 

La evaluación, refrendó, se ha convertido en una herramienta esencial en el análisis de resultados por permitir visualizar las nuevas áreas de oportunidad para valorar los avances y sumergirse en esos nuevos caminos de desarrollo. 

Durante la ceremonia virtual y presencial de “Entrega de Constancias del Diplomado a Distancia en Evaluación y Acreditación de Programas Educativos del Tipo Superior" de la BUAP y Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), acentuó que en suma la certificación es un mecanismo que agrega un plus a la educación superior, al asegurar la pertinencia y calidad de los programas, así como formar al capital humano que demanda el mercado laboral y el progreso social.

Los progresos del conocimiento científico y tecnológico, dijo, deben adaptarse a los nuevos panoramas y parámetros para eficientar la capacidad de respuesta a las expectativas de estudiantes y sociedad.

Subrayó que los programas acreditados no únicamente se reflejarán en mejores competencias para los jóvenes, sino también en la excelencia de las instituciones, constituyendo un círculo virtuoso en el que los programas permitan formar egresados bien preparados y con mejores perspectivas laborales.