Desde 2015, en el territorio poblano se tiene registrada la práctica de robo de ductos de PEMEX, de gas LP y combustible, dijo el director del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), Juan José Hernández López.

“Los primeros registros se tienen en 2015, aunque no se sabe desde cuando se lleva a cabo la primera práctica, pero por sucesos registrados, a partir del 2015 en el Estado de Puebla, se tienen los primeros 3 registros”.

“Los hechos de San Pablo Xochimehuacan, son todavía más delicados, por suceder en una zona urbana, el robo de ductos es económicamente atractivo para cualquier persona, desde el gobierno hasta la propia sociedad”, explicó.

El municipio de Puebla, tiene un programa de desarrollo urbano con limitaciones en cuanto a la prevención del riesgo, un Atlas de Riesgo desfasado.

En la historia reciente, en cuanto a San Pablo Xochimehuacan, desde la expropiación de las 280 hectáreas del ejido en 1963 y después en 1967 cuando se vendió parte del terreno, ha sido una secuencia de hechos que los ha rebasado.

Ahí mismo, en la Junta Auxiliar, "hay parte del parque industrial en esa zona, pero no está la parte preventiva para la planeación urbana, ojo con esto, una cosa es combatir el delito que debe de haber y otra es como vas a resguardar la integridad de las personas a través de estos instrumentos”.

El robo de combustible, en el IGAVIM empiezan a darle seguimiento a partir del 2018, cuando se empieza a notarse la migración del delito de robo de ductos a través de tomas clandestinas a la generación de tomas clandestina en ductos de gas LP.

Sin embargo, no tienen el dato del primer registro, pero hay tendencia al alza más marcada en 2019, donde más repuntó, aunque se sigue manteniendo en el 2020 y primer semestre de 2021.

López Hernández, destacó “otra situación que hay que remarcar es que Puebla mantiene la constante en cuanto al robo de pipas, sin embargo, durante 2020, causa extrañeza que la Fiscalía no había tenido registros por este delito y en el primer semestre de 2021 sí se tenga esos registros, hay que saber qué pasó, por qué en el 2020 no hubo registros”.

La diferencia con San Martín Texmelucan

En comparación con la explosión en San Martín Texmelucan, el 19 de diciembre de 2010, el director del IGAVIM señaló “son dos combustibles diferentes, de hidrocarburo en San Martín y de gas LP en la Ciudad de Puebla”.

El mayor riesgo existe en el gas LP por la forma en que se trabaja, se debe tener mayor cuidado, el factor inflamable es mayor todavía, el de gas LP tiene mayor riesgo.

“Lo que pasó en SMT viene acompañado de una perforación ilícita en un ducto de aproximado 30 pulgadas, pero esa perforación ilícita se fue propagando toda vez que tuvo un factor sumado, que está cercano al río Atoyac y genera mayor dinamismo”.

Recordó que, al final del día provocó la muerte de más de 30 personas y el impacto visual fue mucho mayor, pero "son situaciones que son similares en cuanto a las perforaciones ilícitas, pero el combustible es diferente”,

Los dos acontecimientos se llevan a cabo en la madrugada, pero hay algo que remarcar, que es la falta de prevención, “porque se realiza un trabajo de combate a la delincuencia y eso está bien, pero falta la prevención en cuanto a la gestión integral del riesgo”.

Enfatizó que es importante el manejo de los programas de desarrollo urbano, la forma en que meten sus ductos, sus gaseras, sus gasolineras y la movilidad dentro de ese programa, “esa parte de la gestión integral que también involucra la prevención, que en el caso de SMT no la tenía muy marcada".

“Hoy con el Atlas de Riesgos del 2018, SMT tiene alguna referencia en ese sentido, pero, aun así, la mancha urbana empieza a rebasarlo”.