"Con un 60 por ciento de retraso escolar regresan a las clases presenciales los estudiantes de los niveles básicos", aseguró la presidenta de la Federación Nacional de Padres de Familia (FENAPAF), Aurora González de Rosas.

Además, dijo que, en los hogares crecieron la violencia y el maltrato, porque los padres de familia, no estaban acostumbrados a la convivencia las 24 horas del día, “la convivencia en casa era solamente de sábado y domingo”.

Dentro de la problemática que se debe atender en las escuelas dentro de la nueva normalidad, dijo, es que también se agudizó el maltrato psicológico para los estudiantes.

Aurora González señaló que el 60 por ciento de afectación en los aprendizajes que dejó la pandemia será lento de recuperar, sin embargo, abona que los trabajadores de la educación, los padres de familia y los mismos alumnos estén dispuestos a superar esa pérdida del aprendizaje.

La representante nacional de los tutores, alertó sobre un mayor retraso en las comunidades de las regiones serranas e indígenas de los estados, porque a esos estudiantes de los niveles básicos, la pandemia les quitó todo medio de aprendizaje.

Y es que, los alumnos de esas comunidades, no tienen acceso a las computadoras y menos a las tablets, porque apenas tiene la energía eléctrica para su vida cotidiana, y, además, se quedaron sin maestros.

Todas esas problemáticas sumadas, afirmó González de Rosas, generan alerta a los padres de familia organizados, que decidieron trabajar en conjunto con las autoridades educativas y de salud de los estados, para paliar la problemática.

Entre todos, aseguró, se plantearon estrategias desde las escuelas, para tomar medidas que coadyuven en resolver el retraso, “los maestros saben que tienen que emparejar los grupos poco a poco, porque el retraso no se puede recuperar pronto”.

Sin embargo, se logrará porque hay disposición de los padres de familia y de los maestros, “solamente generan mayor preocupación los alumnos que siguen en línea, que no tiene la atención que deben tener”.

Y es que, más de 17 meses fuera de las instituciones generó que al regreso a clases presenciales, los alumnos no quieran socializar, les cuesta trabajo y ven una diferencia abismal en sus escuelas porque tiene que usar el cubrebocas y tienen temor de participar.

La falta de socialización les perjudica y eso se debe a que estuvieron mucho tiempo en su casa encerrados, con lo que les coartamos el derecho de libertad, por eso, el compromiso educativo de los tutores, será participar con las autoridades.

Dijo que, entre los estudiantes de entre los 10 y 15 años, están los problemas sociales más difíciles, pero para ellos, el primer remedio se debe presentar desde los hogares y después en las escuelas con la participación de los maestros, “juntos sociedad, padres de familia y maestros”.

La presidenta de la FENAPAF, señaló, “los estudiantes regresaron a clases presenciales con temor y miedos y se tardará mucho para recuperar el ausentismo en las escuelas”.

Por eso, dentro de las medidas urgentes, está la dotación de dispensarios de salud en cada escuela, además del apoyo de psicólogos y neurólogos para fortalecer la presencia de los alumnos en las escuelas, “educación, salud y seguridad serán los pivotes más importantes”.