La creciente y alarmante inseguridad que se vive en el país, habla de la debilidad del Estado mexicano, dijo el decano de Ciencias Sociales de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Herminio Sánchez de la Barquera y Arroyo.

Si la principal obligación del Estado mexicano es garantizar la seguridad y no la tenemos es una falla del Estado”.

De acuerdo a cifras oficiales, en México se registran más de 30 mil homicidios cada año, cifras que se han mantenido los últimos cuatro años, porque no hay política pública diferente, se va a mantener así.

Dijo que llevamos un estancamiento en cifras muy altas y no hay visos que esto vaya a declinar, por lo menos, no en el primer semestre, lo que resulta grave, “vivir con seguridad es el deseo más profundo de las personas, es vivir tranquilo”.

Ya no le tenemos confianza al Estado mexicano, porque no nos jugamos un tema de seguridad, sino la viabilidad del país, porque si el Estado no tiene la capacidad de ejercer seguridad, no podremos desarrollarnos”.

Recordó que la necesidad de la seguridad es el segundo escalón, porque el primero están las necesidades básicas, comer, beber y servicios básicos.

La seguridad es no tener temor, pero en México vemos policías asesinados, encostalados, embolsados, y viene otra matanza, esa que dice el presidente que ya no hay.

Además, aseguró, la inseguridad también inhibe la inversión, abona a la desunión familiar, “la inseguridad le pega a todo, hay delincuentes en la calle, las calles son peligrosas por la forma de conducir, vivimos en ciudades muy hostiles”.

La violencia comienza con el lenguaje y el lenguaje del mexicano es muy violento”.

Por su parte, Juan Pablo Aranda Vargas, director de Formación Humanística de la UPAEP, dijo que, el fallo en la política de seguridad arrastra al resto de las instituciones del país, la seguridad es la base, “vemos permanentemente candidatos asesinados, la violencia va por todos lados”.

Sánchez de la Barquera y Arroyo, dijo que en el país existe un problema de militarización, al señalar que ya se está dejando pasar la gran oportunidad de formar mandos policíacos.

Hacemos un llamado enérgico a que las autoridades locales tomen manos en acción, hay que fortalecer a las policías civiles locales y municipales, porque la paz es la tranquilidad en el orden”.

Dijo que, el Estado está fallando, porque piensan que al matar militares se arregla las cosas, “hemos perdido la capacidad de reacción, de enojo, de asombro”.

Por eso, se necesitan políticas sociales que busquen las causas de la violencia, formar policías científicas y bien hechas, bien pagados, que gocen de la confianza de la población, “tenemos una tarea muy compleja por delante”.

Aranda Vargas, por su parte, señaló que cualquier Estado libre, con separación de poderes debe reconocer sus funciones, no genera ideologías ni doctrinas, “tienen que garantizar la seguridad, el orden y la paz, estas son sus obligaciones”.