Una mujer indígena es la que recibe el menor salario del país, aseguró la coordinadora de la Licenciatura en Economía y Finanzas de la Ibero Puebla, Mar Estrada Jiménez.

Reveló que, un hombre gana más que la mujer con una brecha del 14 por ciento y una mujer con nivel superior gana doble que una mujer con primaria.

Es necesario un replanteamiento de la política laboral, del proceso de flexibilización laboral, donde muchos trabajadores, mujeres y hombres, que están en el sector formal, no perciben prestaciones de ley”.

La finalidad es que la brecha salarial entre hombres y mujeres, disminuya, “no ha habido esfuerzos suficientes, hasta ahora, para esta disminución en el sector laboral de la economía mexicana”.

El problema de la falta de prestaciones, dijo, es una cuestión que va en detrimento del nivel de vida de la gran mayoría de las familias mexicanas.

Otra cuestión dijo la académica, es la dificultad para obtener trabajos formales, además que, “las mujeres tienen más trabajos informales que los hombres".

El sector informal es muy grande en México y para esto, es necesario una reforma hacendaria que vaya encaminada a la creación de más empleos”.

La académica, alertó que, es cada vez mayor la cantidad de mujeres que no reciben ingresos por su trabajo, independientemente del trabajo en el hogar.

Dijo que, de dos salarios mínimos para arriba los hombres obtienen mayores ingresos que las mujeres.

Pero en el rango de más de cinco salarios mínimos, los hombres obtienen un 65 por ciento y las mujeres un 38 por ciento.

De lo que se trata, es de incorporar a más empresas, al sector formal, y que estas empresas proporcionen prestaciones sociales, que están contenidas y son un mandado en la constitución mexicana

Estrada Jiménez, dijo, el salario mínimo es insuficiente para cubrir las necesidades fundamentales de las familias, porque, además, prevalece un deterior del salario y mayor dificultad para acceder a la canasta alimentaria.

Dijo, las mujeres ocupadas, son las que, además, hacen el trabajo fuera del hogar y por eso, trabajan más horas en promedio que los hombres, “dentro del nivel de ingreso, las mujeres se concentran en la parte baja”.

Y aunque hay tendencia de reducción de los salarios, la coordinadora de la Licenciatura en Economía y Finanzas de la Ibero Puebla, dijo que, todavía, el trabajo en el hogar, no es remunerado o es poco remunerado para las mujeres.

Por eso, en esa casa de estudios, concluyen que, la participación de las mujeres en el trabajo es de explotación, además que, hay una desigualdad de participación de las mujeres en el mercado laboral.

Dentro de las particularidades de los tiempos de pandemia, dijo que, se registró un incremento de la violencia doméstica resultado del confinamiento.

Además, “hay resistencias violentas contra la equidad, sobre todo en el Estado y destaca el uso excesivo de la fuerza pública”.