El río Atoyac está clínicamente muerto y la cuenca del río recorre varios estados, entre ellos Puebla, aseguró el académico de la Ibero Puebla, José Rosario Marroquín.

“Ahí terminan todos los desechos humanos e industriales y esto solo es el resultado de una falta de análisis y trabajo conjunto. La privatización no es la única receta, tampoco lo son sólo las asambleas sociales”.

El investigador del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente “Xabier Gorostiaga”, destacó que tampoco contribuyen a crear regiones sustentables, “debemos crear modelos específicos para cada problemática”.

El río Atoyac está clínicamente muerto, concluyen investigaciones del IIMA de la Ibero Puebla, por eso, solamente puede recuperarse con un proyecto transexenal.

La investigadora María Eugenia Ibarrarán Viniegra, destacó que el sector industrial y las descargas municipales, son los principales factores de la contaminación del río Atoyac y está evidenciado.

Resaltó que otro tema importante, que se trabaja, es el relacionado a la salud, porque este problema tiene un gran impacto en las poblaciones que están alrededor de la zona del río Atoyac y que pone en riesgo a más de 2 millones de personas.

Otro aspecto que ubicó el investigador Marroquín Ferrara del IIMA es que, aunque existen zonas que parece lejana, el problema agobia a todos porque el cauce final sigue siendo el Atoyac, en Puebla.

De ahí la importancia de este tipo de investigaciones, porque hablan claramente sobre los procesos e identifica claramente la crisis civilizatoria que existe en México.

Añadió que el IIMA realizó estudios para conocer el estado actual de la cuenta del río, esto es importante atender, pues significa conocer la raíz del problema socio ambiental que tiene décadas poniendo en riesgo a la sociedad.

Ibarrarán Viniegra, subrayó que la seguridad hídrica es un elemento importante en todo este problema, pues es relevante que el agua sea suficiente, accesible en cuanto a precio y de buena calidad para las personas.

Desde el Instituto de Investigación en Medio Ambiente, refuerzan la difusión, sensibilización de una problemática y denuncia social, “es una situación que no se restringe a la afectación del agua, va más allá de lo socio ambiental: tiene que ver con el uso de los recursos del río”.

Los estudios del Río Atoyac, dijo, permiten tener una mejor claridad de lo que sucede alrededor del control y repartición equitativa de los recursos hídricos en ambientes regionales y locales.