Al asegurar que el debate sobre el aborto no debe limitarse a la coyuntura política, el director de Formación, Cultura y Liderazgo UPAEP, Luis Fernando Roldán de la Tejera, dijo que es momento que se sancione a los padres que abandonan a las mujeres embarazadas o con hijos.

El especialista añadió que la sanción debe ser aplicada a los padres que no se hacen responsable del embarazo, y esto debe venir desde lo legal y lo jurídico, “pero hay que ir más allá, para que no sea solo la ley que sea correctiva”.

Aseguró que hace falta responsabilidad para que esas sanciones sean previstas en la propia ley, porque son cada vez más numerosos los casos que se encuentran en la sociedad.

En la continuación de actividades del 17° Encuentro de Centros de Cultura y de las X Jornadas de la Familia, dijo que, el aborto no debe apegarse a ciertas tendencias en la agenda.

Reveló que la discusión debe darse a profundidad en el poder legislativo y enriquecer el tema desde la perspectiva correcta.

Roldán de la Tejera, aseveró que, desde el valor del individuo se debe respetar el valor de la persona, por eso, el aborto no se limita solo a una bandera de libertad .

Destacó la importancia de no criminalizar a las mujeres en condición de abandono, por ello, ratificó que el aborto es importante abordarlo desde perspectiva de derechos humanos y el derecho a la vida.

Sin embargo, fue tajante al afirmar que no se debe eximir a los padres irresponsables, a los que no asumen responsabilidad, para que no dejan a madres solteras y al niño sin un padre.

En ese sentido, agregó que el niño que puede recibir una educación de calidad, representa una enorme responsabilidad para el padre, sin embargo, señaló que, los derechos humanos marcan la profundidad a abordar.

Por su parte, Sor María Gracia Caputo, representante de Educación a los Derechos Humanos y la Promoción de la Dignidad Humana y excolaboradora del consejo de derechos humanos de la ONU, dijo que, es urgente erradicar los machismos y la microviolencia.

En la actualidad, dijo, se vive una masculinidad tóxica, además de una femenización de la figura del varón, que es un fenómeno de exclusión en temas que les compete.

En su oportunidad, Livia Bastos Andrade, consultora Internacional Institute of Culture and Gender Studies, aseguró que, “parece que el amor es una utopía”.