En México se vive una pandemia de violencia, lo que se convierte en un coctel de problemas si se combina con la impunidad creciente que existe y las instituciones que se ven debilitadas.
Así lo aseguró el director de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la UPAEP, José Valente Tallabs González, “la gente al verse desatendida y preocupada hay un vacío de Estado, para proveer seguridad”.
Y al haber impunidad, señaló, la gente no duda de querer hacer justicia por su propia mano, lo que se presenta ante la falta y ausencia de Estado.
El gobierno se debilita más con el clima de inseguridad que se vive en el país, lo que violenta la función por excelencia de un gobierno, que es proveer seguridad, porque el Estado se creó para proteger a sus ciudadanos.
Entre menos seguridad hay, los ciudadanos toman la justicia en propia mano, agregó el director del departamento de Formación Humanista, Juan Pablo Aranda Vargas, porque no ejercer el monopolio efectivo para frenar la violencia, la incrementa.
"Si el Estado mexicano no puede proteger a los ciudadanos, no tienes argumento como detener la violencia, porque, cada vez crece más la violencia y cada vez preocupa menos la pandemia de COVID-19, que ya va en descenso".
Tallabs González, alertó sobre la intención del Estado mexicano, de querer utilizar las herramientas del Estado sin un plan, porque no funciona, además, no se puede confrontar el problema de inseguridad usando las fuerzas armadas y la policía no sirve de nada.
Dijo que, ante la impunidad creciente que se vive en el país y la creciente expresión de rechazo a la violencia, resulta alarmante que las políticas públicas no estén basadas en la evidencia empírica.