Después del 10 de abril se definirá el futuro del presidente Andrés Manuel López Obrador y su proyecto transexenal, sin embargo, la ruta que ha seguido la consulta ha hecho que muchos se desencanten.

Para la politóloga de la UPAEP, Claudia Ramón Pérez, en este momento, lo que está en juego es la legitimación y el reforzamiento de la figura presidencial y del proyecto que trae, lo que es fundamental en su equipo.

Ramón Pérez, reiteró, “está en juego el fortalecimiento de la imagen del presidente, frente a sus opositores y adversarios para poder culminar su sexenio de manera exitosa, para poder continuar con los megaproyectos”.

Además, también está en juego la posibilidad que pueda dejar en claro la sucesión presidencial.

La consulta para la revocación de mandato agregó, es un ejercicio muy interesante, pero mucho cuentan las coyunturas, la forma en que se manejan al interior del equipo presidencial.

Este tránsito no ha sido el más afortunado para propiciar la participación, esto hace que cada día se sumen más personas serias en cuanto a su análisis, que dicen que no tiene caso ese ejercicio”.

Por eso, dijo, “no veo un interés de la ciudadanía en general por participar, por el contrario, vemos como ha descendido esa popularidad, vemos como los pelitos internos le están afectando”.

Porque si bien había gente interesada en la participación, afirmó la académica, el hecho de haber cambiado las reglas y del manejo del poder legislativo donde se observa la falta de autonomía, muestran la intención de control del grupo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lamentó que, las declaraciones que emiten personas de su círculo que inciden en las decisiones de los otros poderes dejan en claro o se percibe que no ha cambiado y eso desalienta la participación.

En general, señaló, a la población no le gusta los pleitos que hay dentro de los grupos de gobierno y de los partidos políticos, sobre todo, porque ponen en evidencia que la cosas no están bien.

Eso es un riesgo para el presidente López Obrador, porque no se observa que pueda alcanzar y menos superar los millones de votos que obtuvo por la presidencia de la república, “ese será un termómetro muy interesante”.

La analista política, destacó que, los escándalos de funcionarios de su entorno desalientan la participación de los ciudadanos, “aunque su imagen se mantiene fuerte y firme y su discurso sigue calando en el ánimo de la gente, sobre todo de la gente de mayor vulnerabilidad”.

Haber adelantado la transferencia de dinero a través de los programas sociales, se hizo con la idea de reforzar su imagen, aseguró, pero le pega el tema de la violencia y de los pleitos al interior de su círculo cercano le generan desgaste.

Además, la misma situación económica complicada hace que los mexicanos estén inmersos en el día a día.