De acuerdo con datos del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Ibero Puebla, en México hay más de 90 mil personas desaparecidas, de las cuales 2 mil 636 corresponden a Puebla, lo que equivale aproximadamente al 3 por ciento del total nacional.

Con base en el informe de la Ibero titulado “La situación de la desaparición de personas en Puebla”, las desapariciones en México se agravaron a partir del 2010 con la crisis de inseguridad, aunque en Puebla uno de los primeros casos registrados ocurrió en 2013, cuando desapareció en Huauchinango el ciudadano Marco Antonio Orgen Calderón.

Por eso y con motivo de la salida a campo de la Brigada Regional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, el IDHIE lanzó una campaña para apoyar a organizaciones dedicadas a la localización de víctimas de desaparición forzada.

Mediante sus redes sociales, el instituto convocó a la donación de diversas herramientas, entre ellas, palas, picos, rastrillos, cuerdas, linternas y ropa. Asimismo, señaló que los poblanos pueden ayudar a las organizaciones involucradas con la donación equipo de protección, entre ellos cascos, botas, chalecos y guantes.

Sumado a lo anterior, también invitó a los interesados a donar despensas de productos no perecederos, es decir, arroz, frijol, aceite y azúcar.

Bajo el lema “¡No pararemos hasta encontrarles!”, otra forma de apoyar la búsqueda de personas desaparecidas es realizando un donativo monetario a través de la adquisición de las denominadas despensas solidarias, que se distribuyen en la Ibero Puebla.

La campaña plantea apoyar a las organizaciones Voz de los Desaparecidos y Reuniendo Corazones, en tanto, las donaciones serán recibidas del 9 al 13 de mayo en La Bahía de la universidad, de 9 a 14 horas.

Igualmente, el voluntariado de dicha universidad las recibirá en el salón H230J de su campus, esto durante todo este mes de mayo.

Cabe mencionar que, el caso de Marco Antonio Orgen Calderón, fue de los primeros en federalizarse en el marco de la guerra contra el narcotráfico. Sus hijas Irma y Jocelyn encabezaron su búsqueda y fundaron la organización “Uniendo Cristales A.C”.

Igualmente, las ciudadanas se sumaron a la Red de Enlaces Nacionales y a la Brigada Nacional de Búsqueda, emprendiendo su lucha a nivel nacional, pues en ese entonces, en Puebla, no se hablaba mucho del tema.

Posteriormente, en diciembre de 2014, en el Congreso de la Unión un grupo de diputados federales pidieron que se activara la Alerta de Violencia de Género para las Mujeres (AVGM), al señalar como justificación principal el alarmante aumento de desapariciones en el Estado y que es un fenómeno de antaño, pero que por mucho tiempo había sido invisibilizado.

Al año siguiente, en el marco de la AVGM, se publicó el protocolo para investigar delitos relacionados con la desaparición de mujeres, mismo que entró el vigor el 13 de marzo de ese año.

También en 2015, en Tepeaca, municipio perteneciente a la zona conocida como “Triángulo Rojo”, por la alta incidencia delictiva relacionada con el robo de combustible, se dio a conocer que había una tasa de 123 personas desaparecidas por cada 100 mil habitantes.

Más recientemente, María Luisa Núñez Barajas, fundadora del colectivo Voz de los Desaparecidos, comunicó que la entidad poblana concentra más de dos mil 500 desapariciones.

De esa cantidad, indicó que el 60 por ciento corresponde a mujeres, contrario a la tendencia nacional, consistente en una mayor cantidad de desapariciones de varones.

Abundó que el caso más añejo es el de José María Sedano, quien desapareció en abril del 2008, seguido de Verónica Magdalena, oriunda del municipio de Quecholac, desaparecida desde el 2012.