De marzo del 2020 a la fecha, en el marco de la contingencia sanitaria, Estados Unidos ha expulsado a 1.7 millones de migrantes de diferentes países. De dicha cantidad, el 60 por ciento corresponde a ciudadanos mexicanos, es decir, aproximadamente un millón.
Así lo señaló, Derzu Daniel Ramírez, director de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la UPAEP, quien explicó que la expulsión obedece a la medida conocida como título 42.
En esa disposición, queda prohibido la entrada de personas de otros países que potencialmente representaban un riesgo para la salud de los norteamericanos.
Condenó la exigencia del gobierno federal referente a que Estados Unidos trate bien a los connacionales que arriban a su territorio, cuando en el país esa acción no se lleva a la práctica.
"¿Con qué cara reclamamos si en México el trato a los migrantes de otros países es de una profunda transgresión a sus derechos humanos y dignidad?"
La tasa de migración mexicana hacia Estados Unidos ha ido al alza desde el 2014, explicó el académico de esa casa de estudios católica.
Esto es debido a múltiples circunstancias, entre ellas, la búsqueda de mejores oportunidades laborales o el desplazamiento forzado.
En cuanto al papel desempeñado por el estado de Puebla en las rutas migratorias, apuntó que se ha convertido en un espacio geográfico estratégico para la estancia de algunos inmigrantes centroamericanos.
También mencionó que, a nivel nacional, Puebla es una de las seis entidades federativas que más “expulsan” migrantes.
“Revisando un reporte de 2019, a Puebla lo consideraban dentro de los seis estados que más expulsan migrantes. Con respecto al flujo migrante de tránsito, creo que ahí falta bastante investigación por parte de los especialistas, por parte de las universidades”.
El catedrático de la UPAEP indicó que cada vez hay una mayor presencia de ciudadanos de otros países en diferentes municipios del estado de Puebla.
“Al parecer, Puebla se está convirtiendo en una especie de espacio geográfico en donde el migrante llega y toma decisiones estratégicas con respecto a dónde dirigirse”.
Reconoció que en algunas oficinas de atención del Instituto Nacional de Migración (INM) se han cometido violaciones contra los derechos humanos de los migrantes, aunque no dio más detalles al respecto.
En otro orden de ideas, el especialista de la UPAEP consideró extralimitadas las declaraciones del gobernador de Texas, Greg Abbott, consistentes en calificar como “invasor” el flujo migratorio.
Pidió erradicar las narrativas que estigmatizan a los migrantes mexicanos o que ponen a la migración al nivel de una invasión, explicando que no es lo mismo.
Alegó que el gobernador de Texas está distorsionando la problemática del fenómeno migratorio con la finalidad de darle un uso político, de cara a la búsqueda de su reelección en noviembre próximo.