"México requiere desarrollar una política robusta de evaluación del aprendizaje de sus alumnos para tomar mejores decisiones para aumentar el aprendizaje de 36 millones de estudiantes”, reprochó Paulina Amozurrutia, coordinadora de la agrupación Educación con Cambio.
Por eso, dijo que, el tema de fondo es la opacidad, la falta de resultados en el aprendizaje y una visión miope sobre la evaluación.
Agregó que las evaluaciones estandarizadas ayudan a conocer el nivel de dominio que tienen los estudiantes en cada asignatura y grado escolar.
Además, ayudan a conocer en qué medida el sistema educativo nacional y el de los estados cumplen con los planes y programas de estudio, para poder diseñar e implementar políticas públicas orientadas al mejoramiento educativo del país.
Por eso, urge evaluar la eficacia e impacto de los programas y políticas educativas que implementen las autoridades educativas federal y estatales.
Además de proporcionar información para conocer cómo se encuentra un país respecto al resto de las naciones y en qué medida sus estudiantes adquieren las competencias escolares básicas.
Paulina Amozurrutia, destacó la propuesta de evaluar la eficacia e impacto de los programas y políticas educativas que implementen las autoridades educativas federal y estatales.
Así como proporcionar información para conocer cómo se encuentra un país respecto al resto de las naciones y en qué medida sus estudiantes adquieren las competencias escolares básicas.
Agregó que, si bien con el cambio de la prueba ENLACE a la prueba PLANEA, se tuvieron pérdidas de información, se diseñó un instrumento que otorgaba cierta información.
Sin embargo, la actual administración federal, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, lleva tres años sin proponer líneas que permitan dar seguimiento a los aprendizajes.
“Es hasta este año que decidió implementar la prueba PISA que tendría que haberse realizado el año pasado, pero con el pretexto de la pandemia no se llevó a cabo”.
La coordinadora de la agrupación Educación con Cambio, recordó que, la prueba PISA es aplicada en más de 80 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la cual México es integrante.
Sin embargo, afirmó, es lamentable en la más reciente prueba en 2018, calificó en los últimos lugares y actualmente, la SEP sólo aplicará la prueba a 8 mil 50 alumnos de 312 escuelas a nivel nacional.
Paulina Amozorrutia, alertó que tampoco se sabe de los aprendizajes que desde 2001, con la llegada del Programa Escuelas de Calidad, se alcanzaron.
Se desconoce, agregó, del impacto de que un director, juntamente con los padres y madres de familia y los maestros decidieran sus prioridades, alcanzaran acuerdos de qué programa elegir para atender dichas necesidades.
“No se evaluó el hecho de realizar toda la gestión para obtener los recursos y después aprender a administrarlos deja en las instituciones educativas aprendizajes más allá de los que propone el programa”.