Con el propósito de constatar el ingenio y esfuerzo de la comunidad universitaria, la rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Lilia Cedillo exhortó a la sociedad poblana y visitantes de la capital a visitar las distintas ofrendas de la BUAP.

En entrevista para Radio BUAP, Lilia Cedillo destacó los altares montados en el tercer patio del Edificio Carolino, en el Museo de la Memoria Histórica y en La Casa de los Muñecos.

En el primer recinto mencionado, cuyo acceso es por la 6 Sur, entre las calles Juan de Palafox y Mendoza y 3 Oriente, la ofrenda está dedicada a Itzcuintlan, lugar de los perros. Destacó que, en la Vicerrectoría de Docencia, la ofrenda está conformada por materiales reciclables.

En tanto, en el Museo Universitario Casa de los Muñecos, localizado en la 2 norte número 2, la comunidad de la BUAP rinde homenaje a Agustín de Ovando y Juana Leandra, a quienes se les atribuye la construcción del inmueble.

Acerca de la ofrenda instalada en el Museo de la Memoria Histórica, con sede en la 3 Oriente 1008, en el barrio de Analco, la ofrenda está dedicada a las mujeres universitarias comprometidas con el estudio.

La rectora de la BUAP también invitó a disfrutar de los altares montados en cada dependencia o unidades académicas, pues dijo que cada una tiene su peculiar estilo.

"Es increíble cómo se involucran los estudiantes y cómo todos ponen de su parte", expuso.

Dijo que, en la sede de la Vicerrectoría de Docencia, la ofrenda está conformada por materiales reciclables, lo que muestra la cantidad de ideas que prolifera en la universidad.

Estuvo de acuerdo en que hay una notable participación de la comunidad luego de dos años de confinamiento o de no realizar actividades presenciales.

Sostuvo que los habitantes del territorio mexicano tienen una visión peculiar de la muerte y tratan de hallarle respuesta a casi todos los temas.

Recordó la manera en que se instalaban altares cuando ella impartía la clase de inmunología, en la Facultad de Medicina, subrayando que se pedía cooperación por cada ofrenda.

Finalmente, expuso que el acto de instalar un altar también incita al espíritu de competencia de todos los mexicanos: "les sale lo competitivo, no te dejas ganar, si ganaste el año pasado el concurso, este año no te dejas".