La palabra democracia en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), da risa escucharla, nunca ha existido y siempre ha sido una vil manipulación de las bases.

Para el dirigente del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), Gilberto Maldonado Maldonado, los líderes charros, solo buscan la manera de estar al frente de las direcciones a través de los compadrazgos y amiguismos.

Prueba de ello, dijo, es que en la historia del SNTE, los aspirantes a dirigir las secciones magisteriales en el estado de Puebla reciben el dedazo de la dirigencia nacional.

En el sindicato magisterial, no están acostumbrados a actuar con democracia, dijo, más bien, prevalecen los intereses, los lazos de amistad y complicidad, y sobre todo, la generación de beneficios para los círculos de los dirigentes en turno.

Los que tienen el manto protector del comité ejecutivo nacional, dijo el líder de la disidencia del SNTE, se convierten en gente prepotente desde antes de entrar por la disputa sindical, “gente que siente que nadie le alcanza, pero es el estilo que se da en las direcciones”.

Recordó que es creciente la oposición al reglamento espurio del pasado mes de mayo del 2020, que cierra las puertas a las bases, “por eso fue impugnado ante los tribunales laborales, sin que haya habido respuesta favorable”.

Maldonado Maldonado, dijo que los intereses personales y de grupos le niegan la democracia al interior del SNTE, aunque hay movimientos en contra de los mecanismos que utilizan para mantener el poder.

Y es que, recientemente, recordó, la CNTE en Ciudad de México planteó la cancelación de ese reglamento de elecciones, porque trastoca la democracia, sobre todo, en una etapa política compleja que atraviesa el país.

Los planteamientos para que el reglamento sea desechado son crecientes, “lo hizo también el comité nacional democrático del SNTE en lucha, que se coordina con el CDMP, por dos vertientes para frenar ese documento”.

Desde esas dos trincheras se plantea al gobierno federal su intervención para poder hacer realidad la democracia al interior del SNTE, porque sin esto no se puede hablar de democracia.

Los que se la juegan para la dirigencia poblana de las dos secciones, la 23 y la 51, son gente del charrismo sindical, que siempre han encontrado la forma de integrar planillas encabezadas por sus incondicionales.

Gilberto Maldonado, destacó el caso de las compañeras maestras de Quintana Roo, que demandaron en contra de ese reglamento y afortunadamente tuvieron el beneficio de ese recurso legal.

Dijo que, ese instrumento lo interpusieron y ahora están realizando su campaña para buscar la dirección de la sección del SNTE de Quintana Roo, “pero no habría necesidad de todo ello si hablamos de procesos democráticos”.

Además, reiteró que, no habría necesidad de recurrir a esos elementos jurídicos de algo que a vista de todos es completamente ilegal.