En el Estado mexicano, tenemos gobiernos a los que le conviene tener como títeres a los dirigentes del sindicato más grande de México y de América Latina, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Por eso, para el dirigente del Consejo Democrático Magisterial Poblano, Gilberto Maldonado Maldonado, aunque las elecciones para cambiar secretarios generales ya cambiaron y permiten el voto universal, todavía no se ve la lucecita de la democracia al interior del SNTE.
El gobierno federal y el comité ejecutivo nacional del SNTE, saben que están metidos en una dinámica de complicidad, porque saben que se necesitan y se apoyan en cada momento de crisis para alguno de ellos.
Sobre todo, en tiempos de crisis en cada una de las instituciones, el país y el magisterio, saben que pueden apoyarse, porque mientras el gobierno federal libera apoyos económicos, el SNTE tiene un poder de movilización de alrededor de un millón y medio de trabajadores de la educación.
Sin embargo, todavía hay lagunas que resultan urgentes subsanar, por ejemplo, la fiscalización de los recursos que aportan los trabajadores de la educación, que se traducen en miles de millones de pesos anuales y que no tienen una revisión por el modelo de transparencia, dijo.
Dijo que, con este proceso que viene caminando del 2020 a la fecha y que ya se han realizado cambios en varias direcciones en varios Estados, el resultado indica que no se ha movió un dedo en el proceso de avanzar hacia la democratización.
Y es que, todavía existe ese gran obstáculo que impide el empezar a caminar la democracia al interior del SNTE a través de ese proceso abierto y transparente de sus dirigencias seccionales.
Desde la creación del SNTE, dijo Gilberto Maldonado, la opacidad ha sido su mayor característica, donde se reciben las aportaciones quincenales del alrededor de un millón y medio de afiliados y la rendición de cuentas es nula.
“De poco sirve el que tomen solo una partecita de lo que planteó la reforma laboral, que el voto será a través de sus congresos que ellos manipulan y al que llegaban delegados a modo y que los que se colaban eran sacados a punta de pistola y a golpes de los congresos que controlaban al 100 por ciento”.
“Hoy ya no se da eso, pero siguen con la manipulación, con lanzar como candidatos a gente cercana a ello, que les va a cuidar las espaldas”, por eso, dijo que, para avanzar, "lo primero que se debería hacer es una auditoría externa, que no la libra ninguna sección”.
Y es que, la constante en el SNTE, es que, a pesar del turbio manejo de los recursos, lo único que dicen es que no pasa nada de aquí para adelante y se les olvida lo prioritario, que es la atención de los trabajadores de la educación.