Dentro del conflicto que se vive por el Instituto Nacional Electoral (INE), es que está capturado por un grupo que tiene una agenda política, “y que el INE es el árbitro, que si bien tienen razón que el gobierno se pueda apropiar de la institución tampoco es correcto que un grupo opositor al gobierno se lo apropie”.

Así lo aseveró el politólogo de la Ibero Puebla, Miguel Calderón Chelius, “tenemos que buscar el mecanismo, discutirlo, instrumentarlo, para garantizar un organismo confiable como árbitro, que no puede ser compadre del portero de uno de los equipos, no puede ser”.

Por eso, dijo que, ahí hay un conflicto de interés clarísimo, porque algunos de los consejeros del INE han jugado y han llevado al consejo a que juegue un rol político y no un rol de árbitro, entonces eso es un problema fundamental en la institución.

Lo anterior, en relación con el consejero presidente del organismo electoral mexicano, Loreno Córdoba Vianello, y del consejero Ciro Murayama, que mantienen un enfrentamiento abierto con la presidencia de la república.

“El problema es por qué se llega a una estructura así del consejo, qué es lo que permite que suceda esto, eso es lo que hay que modificar para evitar que suceda”.

Ante eso, aclaró que, no es sencillo, porque obviamente, todos los actores políticos incluyendo al principal actor político de este país, que es el gobierno y el presidente de la república, quisieran tener un mayor control sobre el árbitro.

“Eso sucede en cualquier país, pero hay que garantizar que el árbitro esté aislado o lo más aislado posible de esas presiones y de esos intereses políticos y ahora no está sucediendo así”.

Calderón Chelius, dijo, “ahora el consejo está jugando un rol político especifico, hay algunos aspectos muy positivos en lo que se propone y hay otros que al menos, son muy discutibles”.

“En el caso concreto del INE me queda claro que tenemos un problema, es una institución que ha logrado generar elecciones medianamente normales”.

Sin embargo, dijo el académico de esa universidad jesuita, cuando hubo un escenario de una competencia cerrada no tuvo un desempeño brillante, como fue la elección del 2006.

En ese año, hubo un resultado cerrado entre los candidatos Felipe Calderón Hinojosa, del Partido Acción Nacional (PAN), y Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Como consecuencia del resultado de esa elección, el candidato Andrés Manuel López Obrador, mantuvo un plantón en el paseo de la Reforma, por considerar que hubo fraude electoral.

En el resto de todas las otras elecciones, dijo el analista político, la diferencia ha sido suficientemente grande como para que no haya mayor problema, pero en esa que no fue, el IFE se hizo bolas, entonces, también hay que tener bien claro sus limitaciones.