Todavía es temprano para señalar que la marcha multitudinaria a favor del Instituto Nacional Electoral (INE) debilitó la imagen presidencial o del Congreso de la Unión, dijo el analista político de la Ibero Puebla, Roberto Alonso Muñoz.

“Más que debilitar la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador, es un gran paso para la oposición social, porque el domingo salieron a movilizarse y tomaron las calles grupos sociales que no necesariamente se sienten representados en los grupos parlamentarios”.

Son grupos, agregó, que defienden al INE y encontraron en la convocatoria un canal para exponer las diferencias con el presidente, “pero no es un golpe a su aprobación, que López Obrador la tiene en otra base social”.

La marcha multitudinaria es un punto importante para la oposición social y la parlamentaria, si sabe conducir este proceso, es una oportunidad de darle conducción y rumbo al descontento que pudimos observar el domingo.

El coordinador de la licenciatura en Administración Pública y Ciencias Políticas de la Ibero Puebla, dijo que, la marcha superó las expectativas y sobrepasó los cálculos de los detractores, donde el craso error es menospreciar esta expresión y no valorarla en su justa dimensión.

Sus repercusiones, dijo el académico, es que un diputado de Morena ya destacó el plan B, que es modificar reformas secundarias que no requieren de las dos terceras partes del Congreso federal y tampoco la mayoría de los Congresos estatales.

Ese plan B, dijo, no es fácil de llevarlo a cabo, porque para que pasen esas leyes secundarias, tiene que tocarse el contenido constitucional del país, por eso, previó que será también un largo camino para sacarlas adelante.

“Tomaron nota que hay una oposición importante, no solo la oposición de las calles, sino que no estarían logrando los consensos de las fuerzas mayoritaria en las Cámaras, pero la reforma a leyes secundarias es muy difícil”.

“Si hay una materia que está sobre reglamentada en el texto constitucional es la electoral, es decir, poco se puede hacer en leyes secundarias si no se toca la Constitución”.

Por eso, aseveró que, sería muy reducido el margen que tiene la coalición de gobierno en hacer cambios que no pasen con la Constitución.

Ante eso, dijo, no existen las condiciones para introducir cambios constitucionales y será en el 2025 cuando estos asuntos se retomen, por eso, la institucionalidad electoral puede mantenerse sin mayor riesgo, sin inconveniente, sin inestabilidad, de aquí que pase la elección del 2024.

Por eso, dijo que, esa reforma se recuperará luego de la elección del 2024 cuando las fuerzas parlamentarias se sienten a discutir este y otros temas que tienen pendientes.

En el país están dadas las condiciones para que la oposición social, pueda desarrollar una agenda nacional, en la que se consideren aspectos fundamentales de los grandes temas nacionales, como las reformas política y energética.